Las conversaciones de Ginebra, se interrumpen hoy, aunque es improbable una ruptura definitiva por parte soviética

Lo que durante algunas semanas no fueron más que rumores y amenazas, hoy puede convertirse en realidad. La delegación soviética en las negociaciones de Ginebra sobre los euromisiles dará hoy, según todas las previsiones, el portazo al término de la 111ª sesión, que se desarrollará, como estaba previsto, a partir de las once de la mañana, en las dependencias de la Agencia Estadounidense de Desarme

.Una vez interrumpidas las negociaciones, habrá que esperar el comunicado final para saber si se confirma la ruptura o simplemente se aplazan los encuentros. Esta hipótesis parece ser la más verosímil, aunque ello no despejaría la principal incógnita: saber si en el contexto internacional actual conviene o no fijar la fecha de la próxima cita.

Los observadores pronostican "una fórmula abierta" que permita a ambas delegaciones volver a Ginebra tan pronto como las circunstancias o los imperativos de la vida internacional lo exigan. Lo importante es que el diálogo Washington-Moscú se mantenga, aunque sea a fuego lento.

La delegación soviética que encabeza Yuli Alexandrovich Kvitsinski prefiere esperar y ver cómo evolucionan las cosas. El Kremlin es, además, consciente de que la opinión pública europea no va a permanecer indiferente ante la instalación de los Pershing 2 y misiles de crucero, como lo prueban las últimas manifestaciones en el Reino Unido y en la RFA.

Estados Unidos, por otra parte, va a entrar en 1984 en campaña electoral, y para los soviéticos "este imprevisto" es motivo suficiente para dejar de considerar a la Administración Reagan como interlocutor válido.

El último intento de compromiso, desde que en noviembre de 1981 comenzaron las negociaciones, lo protagonizaron el dominigo día 13, mientras paseaban por un parque ginebrino, el embajador Kvitsinski y su homólogo norteamericano, Paul Nitze. Las divergencias siguen siendo "numerosas e insalvables".

A Moscú no parece satisfacerle la última oferta cifrada delpresidente Reagán: un máximo de 420 cabezas nucleares. El niet (no) del Kremlin no ha estado, sin embargo, acompañado esta vez de ninguna contraoferta. Los soviéticos disponen en la actuafidad, según estimaciones occidentales, aproximadamente de 360 misiles SS-20, de los cuales 243 están orientados hacia Europa occidental. Los 117 restantes amenazan la seguridad asiática, y en cabezas nucleares supera el millar, a lo que habría que añadir unos 250 SS-4 y SS-5.

Si no se consigue nada en la mesa de negociaciones la OTAN desplegará, desde ahora hasta 1988, 108 Pershing 2 y 464 misiles de crucero, que se repartirán entre la RFA, el Reino Unido, Italia, Holanda y Bélgica. En ojivas nucleares, el primer contingente de euromisiles no superará las 369 unidades. Por eso, oficiosamente, se comenta la posibilidad de un "entendimiento" de última hora en torno a los 120 S S20, que supondría el desmantelamiento de prácticamente la mitad de los arsenales soviéticos.