El director de la Academia de Venezuela: "El fallo del jurado se cumple en sí mismo"

Poco después de la concesión a Rafael Alberti del Premio Cervantes corre spondiente a 1983, una información procedente de la agencia Efe en Caracas afirmó que el director de la Academia Venezolana de la Lengua, José Ramón Medina, tenía intención de dar a conocer ayer un comunicado público, en el que ex-pondría la postura oficial de esta Academia ante la concesión del premio Cervantes a Rafael Alberti.Puestos ayer al habla con él, José Ramón Medina declaró a este periódico que "periodistas venezolanos y de algunas agencias internacionales me preguntaron si la Academia venezolana preparaba una impugnación del premio. A esto tengo que decir que no tenemos intención de impugnar la concesión del Premio Cervantes a Rafael Alberti, poi-que el veredicto se cumple en sí mismo, y desde este punto de vista no puede ser impugnado, salvo si se, violan descaradamente las bases que rigen su concesión".

"Debo decir también", continuó José Ramón Medina, "que un concurso es siempre un azar al que se va a ganar o a perder. En este caso concreto, nada tuviéramos que objetar o sentir si el ganador (en este caso, el poeta Rafael Alberti) hubiera sido postulado en plazo reglamentario. Pero, como se sabe, la Academia colombiana, que presentó su candidatura, lo hizo fuera del plazo reglamentario".

José Ramón Medina, por otra parte, afirmó, con respecto al candidato que ganó el premio, que "el poeta español Rafael Alberti tiene, nuestro más amplio respeto y admiración por su figura intelectual y su obra, que tanta influencia han tenido en generaciones poéticas de España y América Latina, y que él, naturalmente, es merecedor del premio, como lo era también el novelista Arturo Uslar Pietri, nuestro candidato. Es decir, que nuestra objeción es contra el procedimiento seguido en este caso".

"En este sentido", prosiguió el principal responsable de la Academia venezolana, "podemos afirmar que desconocemos las razones que tuvo el jurado para aceptar una postulación que fue hecha fuera del término reglamentario. En síntesis, podría decir que tenemos que respetar y aceptar el veredicto, especialmente por la figura que ha sido premiada, pero a la vez hacer constar nuestra inconformidad y reparos con el procedimiento que se siguió".

"Además", añadió José Ramón Medina, "hay una última cosa, que me parece importante. Es la siguiente: 11 academias postularon a Arturo Uslar Pietri para el premio, y en este caso no se ha tomado en cuenta para nada la opinión de estas academias".

Respecto del error cometido por la Academia Colombiana de la Lengua al presentar como candidato a Jorge Luis Borges, que ya había obtenido el Premio Cervantes en 1979, error que dio origen al retraso en presentar la candidatura de Alberti, José Ramón Medina afirmó que "un desconocimiento de esta naturaleza es inconcebible por parte de la Academia colombiana". La Academia colombiana postuló luego el nombre de Alberti. Finalmente, el director de la Academia venezolana declaró a este periódico que "no se atrevería, a la larga distancia a que estamos, a asegurar si hubo o no algún interés político en la concesión del premio".