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Fotonoticia:

Suicidio en Chile de un padre desesperado.

Sebastián Acevedo, de 50 años, puso fin a su vida ayer, incendiándose con gasolina en la plaza principal de la ciudad chilena de Concepción, para exigir la liberación de sus dos hijos, María Candelaria y Galo, secuestrados por la policía política del general Pinochet. Acevedo recorrió numerosas dependencias policiales para dar con su paradero. Al no hallarles, desesperado, decidió darse muerte. Su hija fue excarcelada ayer. Su hijo continúa desaparecido.

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