Densos debates sobre la historia de Euskadi en el congreso de estudios vascos
Las creencias, el idioma, la siderurgia y la medicina, entre los temas tratados
La economía, las artes, las ciencias y las humanidades desarrolladas durante los dos últimos siglos en el País Vasco, han sido objeto de análisis y debate en el congreso de la Sociedad de Estudios Vascos, que cuenta con unos 1.800 miembros en todo el mundo, y cuya clausura tendrá lugar mañana en Bilbao. Siderurgia, medicina, arquitectura, ideas, creencias e idioma, tuvieron su apartado específico en estas densas y apretadas jornadas de estudio de la problemática histórica vasca, en las que intervinieron especialistas en gran parte procedentes de los medios universitarios.
La economía, las bellas artes y la medicina, entre otras expresiones de las ciencias y humanidades del País Vasco en los dos últimos siglos, han sido analizadas en las últimas sesiones del congreso de la Sociedad de Estudios Vascos, que celebra su novena, edición en Bilbao, dedicada al estudio de los Antecedentes próximos de la sociedad vasca actual.
Ante un público eminentemente universitario, conformado por dos centenares de profesores, estudiantes y especialistas inscritos como congresistas, y los investigadores de ámbito internacional asistentes en calidad de ponentes, el profesor Luis María Bilbao abordó el primero de los temas económicos presentados en las sesiones del congreso, relativo a la siderurgia vasca. Atraso tecnológico y eficiencia económica, el subtítulo con el que el ponente presentó el período estudiado (1720-1785), es revelador respecto a las tesis comparativas, entre la siderurgia vasca y la europea de la época, mantenidas por el profesor de Historia Económica en la facultad de Económicas de la universidad Autónoma de Madrid.
No obstante, el atraso tecnológico relativo de la siderurgia vasca en el referido periodo, el ponente subrayó la neta posición hegemónica del sector vasco en el concierto siderúrgico hispano hasta finales del siglo XVIII y su carácter de industria de exportación, indicadora de su capacidad competitiva en los mercados interior e internacional.
Desde la diversidad de las corrientes metodológicas y enfoques de los hechos de la historia vasca, circulantes entre los congresistas, el avance que para la medicina vasca supuso el movimiento de los ilustrados generado por la Real Sociedad Bascongada de los Amigos del País, fue analizado en la ponencia de Luis Sánchez Granjel, catedrático de Historia de la Medicina en la universidad de Salamanca. Tras destacar la, labor realizada por los doctores Ruiz de Luzuriaga y Vicente Larguizabal, en la extensión de los postulados de la Ilustración al mundo de la medicina, Granjel se refirió en su ponencia a los intentos de organización profesional de los médicos vascos de la época, la aparición de los primeros centros hospitalarios y la contribución comunitaria a la lucha contra la enfermedad activada desde las instituciones vascas, modificada desde la Restauración. "La inexistencia de un trazado estilístico formal y la aparición de un nuevo tipo de esquema urbano donde la función define a la ciudad", sería la conclusión principal de la ponencia sobre Arquitectura y ciudad en el País Vasco, de los dos últimos siglos desarrollada por el encargado de cátedra de Historia de la Arquitectura de la Politécnica de Madrid, Carlos Sambricio.
Dentro del apartado dedicado a las ideas y creencias, el IX congreso de la Sociedad de Estudios Vascos contará en su jornada de hoy con la intervención de Julio Caro Baroja, miembro de la Real Academia de la Historia y uno de los promotores del congreso, al que presentará una ponencia dedicada al período de la preilustración.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.