Pesimista apertura en Helsinki de la reunión preparatoria de la Conferencia de Desarme en Europa

Enmarcada en un clima de bastante mayor pesimismo que el que reinaba en esta misma capital cuando se inauguró, hace ocho años, la primera Conferencia de Seguridad, Cooperación y Desarme Europeo, quedó oficialmente abierta ayer en Helsinki la reunión preparatoria de la que se celebrará en Estocolmo a partir del próximo mes de enero. Las informaciones llegadas casi simultáneamente a la inauguración sobre los últimos acontecimientos en la isla caribeña de Granada, sumados a los de Líbano y el anuncio soviético de instalar misiles nucleares en la República Democrática Alemana y Checoslovaquia, alimentaban la atmósfera de pesimismo.El ministro de Relaciones Exteriores de Finlandia, Paavo Vayrinen, reflejó en sus palabras de bienvenida a los delegados de los, 35 países participantes, la inquietud reinante. "Ante la actual situación internacional", manifestó, "se hace más importante que nunca fortalecer este tipo de diálogo, de manera que sea posible en Estocolmo adoptar medidas concretas que contribuyan a la seguridad y confianza mutuas".

Los objetivos de la reunión preparatoria de Helsinki, por decisión expresa de la Conferencia sobre Seguridad y Cooperación en Europa (CSCE), clausurada en Madrid recientemente, son los de elaborar los mecanismos técnicos que hagan posible un mejor y más fluido trabajo de la conferencia de Estocolmo.

Ello implica confeccionar el orden del día, así como también todo lo concerniente a los mecanismos de funcionamiento. Estos objetivos, en apariencia menores, son considerados importantes no sólo por los puntos a incluir en la agenda de trabajo, sino porque de la forma en que, se prevea su puesta en práctica dependerá en buena medida la efectividad de la conferencia de Estocolmo. Ellos darán asimismo la pauta del grado de buena voluntad existente entre los participantes de alcanzar acuerdos efectivos. Junto a la delegación de Estados Unidos, presidida por James Goodby, antiguo embajador de su país en Helsinki, se encuentra la soviética, que preside Oleg Grinevskij. Ambos han expresado sus esperanzas de que la reunión sea efectiva, y el primero descartó que su país vaya a presentar en Estocolmo nuevas propuestas de las ya planteadas en las deliberaciones de Madrid. Por su parte, el grupo de los países neutrales de Europa -Suecia, Suiza, Austria, Finlandia, Yugoslavia, Malta, Liechtenstein y San Marino-, se dispone a jugar otra vez el papel, ya mostrado en Madrid, de puente de unión, o al menos, de moderador, entre los bloques de las grandes potencias.