Críticas a las dictaduras latinoamericanas en el discurso pronunciado por el Rey en la celebración de la Hispanidad
"Cuando el Estado actúa como un estado de derecho, tiene la obligación de rechazar toda injerencia, toda presión y toda amenaza extraña, porque ni la soberanía ni la integridad territorial son negociables, afirmó ayer en Granada el rey don Juan Carlos, durante el discurso de la Hispanidad pronunciado en el salón de Embajadores de la Alhambra, con motivo del 491 aniversario del descubrimiento de América. El Rey hizo en su discurso un canto a la unidad nacional, las libertades y la democracia. En algunos pasajes hubo alusiones a las dictaduras militares de determinados países latinoamericanos, y en otros, al problema vasco y las últimas exigencias de ETApm para liberar al capitán del Ejército Alberto Martín, secuestrado por la organización terrorista desde la pasada semana.
Por primera vez en la historia, los Reyes de España asistieron personalmente a los actos oficiales que anualmente se celebran en la ciudad granadina el 12 de octubre, festividad conocida como Día de la Hispanidad, en conmemoración de la gesta descubridora de Cristóbal Colón. Don Juan Carlos y doña Sofía, acompañados de las infantas Elena y Cristina, presidieron la ceremonia cívico-religiosa de la tremolación del estandarte de los Reyes Católicos ante su cripta funeraria, y recibieron posteriormente en la Alhambra a representantes del cuerpo diplomático de los países americanos, ante quienes el Rey leyó el discurso de la Hispanidad.El programa oficial de la visita real a Granada se inició a las 10 horas, con la llegada de los monarcas al aeropuerto granadino, donde fueron recibidos por las autoridades civiles y militares de la provincia. Alas 11.30, la comitiva real llegó a la puerta principal de la catedral, donde esperaban a los Reyes los ministros de la Presidencia, Javier Moscoso; Cultura, Javier Solana, y Educación, José María Maravall; el presidente del Gobierno andaluz, Rafael Escuredo; el alcalde de Granada, Antonio Jara, y el presidente del Instituto de Cooperación Iberoamericana, Luis Yáñez.
Homenaje a los Reyes Católicos
Después de atravesar la nave del templo catedralicio, completamente abarrotado de público, los monarcas presidieron en la Capilla Real la ceremonia de tremolación del estandarte de los Reyes Católicos, sobre cuyos féretros depositaron una corona de laurel. Tanto en éste como en el resto de los actos oficiales del día estuvieron también presentes los embajadores en España de todos los países americanos -a excepción del de México, que se encuentra aquejado de una grave enfermedad-, personalidades locales y regionales, y otras autoridades civiles, militares y religiosas, así como el jefe de la oposición, Manuel Fraga.A la salida de la catedral, la co mitiva se dirigió a pie al monumento de las Capitulaciones de Colón, en la plaza de Isabel la Católica, donde fueron depositadas tres nuevas coronas de laurel Desde allí, los Reyes y su séquito se dirigieron al parador de San Francisco, en La Alhambra, don de descansaron antes de recibir a los miembros del cuerpo diplomático americano, ante quienes el Rey pronunció el discurso de la Hispanidad. El parlamento del Monarca fue precedido por los del alcalde de Granada, Antonio Jara, de Luis Yáñez y del decano de los embajadores presentes, Ernesto Trigueros, de El Salvador.
"El Estado que nos legaron los Reyes Católicos no ha sido aún superado como organización política", afirmó don Juan Carlos durante su discurso en el salón de Embajadores de la Alhambra. "Es más", añadió, "bajo ciertas condiciones, supone la única garantía firme de la unidad, de la justicia y de la libertad. Es condición esencial para que así ocurra que el Estado sea democrático. Y es democrático en la tradición occidental, cuando no es concebido como un valor absoluto, como un fin en sí mismo, sino como un instrumento al servicio del hombre".
La obra de Bolívar
Don Juan Carlos recordó la obra de Simón Bolívar, que "corno la de nuestros Reyes Católicos", dijo, "consistió en la realización de un doble imperativo histórico: la creación de un estado moderno y la lucha por la unidad y la libertad". "Tenemos que llevar a nuestros pueblos", afirmó el Rey, "la convicción de que la libertad no es un grito de ilusión que a veces conviene ahogar en nombre de la eficacia, sino la condición necesaria de la supervivencia. Los regímenes sin libertad acaban totalmente en el confinamiento y la parálisis, se ocultan tras la apariencia de una falsa unanimidad. Los pueblos hermanos de América tienen que construir su unidad, porque solo la unidad les permitirá la realización de sus justas aspiraciones y la conquista de una auténtica independencia".Por la tarde, les fueron presentados a los Reyes los primeros volúmenes de la enciclopedia España-América, así como una serie de litografías y esculturas conmemorativas del Descubrimiento. Por último, los monarcas inauguraron la exposición Arte mudéjar, en el Palacio de los Córdova, antes de dar por finalizada su visita.
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