FECSA ha pagado 37 millones por la contaminación que causó una de sus centrales térmicas

La compañía Fuerzas Eléctricas de Cataluña, S A (FECSA), lleva pagados 36.948.863 pesetas en concepto de indemnización por la contaminación provocada por la central térmica de Cercs, en la comarca del Berguedá. Este dato se desprende de las declaraciones realizadas en su día por David Terradas, representante legal de la citada compañía, ante el juez instructor de Berga que sigue unas diligencias por presunto delito contra la salud pública.Según Terradas, el origen de estas indemnizaciones se remonta a 1976, cuando se decidió crear una comisión permanente junto con Icona, para valorar los presuntos daños producidos por los efectos contaminantes de la central térmica de Cercs. La comisión abordó un doble estudio de los daños, los producidos en montes públicos y privados y los ocasionados en los cultivos anuales de las fincas.

Por los daños producidos en los montes públicos y privados se acordó que los perjudicados fueran indemnizados con 26.708.500 pesetas. En esta valoración se incluían los daños producidos por la contaminación entre 1976 y 1979. La comisión que hizo este peritaje, estaba formada por el Ayuntamiento de Cercs, los representantes de Icona y de FECSA, quienes acordaron volverse a reunir en 1985.

En el segundo estudio se contemplaron los daños en los cultivos anuales, según las denuncias que habían sido presentadas en la compañía eléctrica. Se llegó a la conclusión de que a los destrozos provocados entre 1973 y 1981 le correspondían unas indemnizaciones de 10.240.363 pesetas.

Cercs, investigada

Estas declaraciones del portavoz de FECSA ante el juzgado de instrucción de Berga se han unido a las diligencias previas 366/81, que surgieron a raíz de una denuncia presentada por dos familias de campesinos de la zona. Estos campesinos descubrieron en el verano de 1980 que todos sus animales domésticos fallecían a causa de las emanaciones de anhídrido sulfuroso que emanaba de la chimenea de la central térmica de Cercs. Por estas mismas causas numerosas cosechas y árboles habían quedado destrozados.Desde 1980, los querellantes han intentado demostrar, con más o menos éxito, que FECSA era responsable de los daños. A raíz de esta investigación fueron requeridos los servicios de un perito veterinario, quien confirmó las sospechas de los campesinos.

En plena investigación se produjo la declaración del portavoz de FECSA, que, según las partes personadas en la causa, "viene a ser un reconocimiento de responsabilidad".