Para perder peso

Creo que debe usted enterarse de lo que usted mismo anuncia en su digno periódico. Me refiero concretamente a la empresa Esthetic Center, que hace alarde de un sistema revolucionario para perder peso justo en las zonas del cuerpo que más abultadas están sin pasar hambre, sin pastillas, sin molestias y en poquísimo tiempo. Pues bien, señor, esto es, hablando mal y pronto, un camelo.Los pobres incautos que hemos caído en esta trampa, llevados por nuestro narcisismo y nuestras ganas de estar guapetes, hemos descubierto que, a cambio de un dineral, se nos ofrece lo siguiente: pasar hambre como en los peores tiempos de la posguerra; verse obligado a tomar vitaminas para no desfallecer y laxantes para no reventar; padecer largas esperas sin derecho a pataleo; verse literalmente vendados como momias y sometidos a temperaturas francamente polares, sumándose al triste espectáculo los chorros del mágico líquido adelgazante que caen de brazos y piernas para formar gigantescos charcos en el suelo; desafiando todas las mínimas normas de sanidad y buena convivencia, cada quince minutos aparece una empleada que, armada con cubo, fregona y mala uva, tiene a bien secar los charcos que crecen y crecen a los pies de los tutancamones masoquistas.

Total, un montaje francamente nefasto que debe denunciarse, en vez de anunciarse, desde estas páginas, con el fin de evitar que muchos gorditos inviertan ilusión y dinero en él. /