El actor se convierte en director

Hoy se estrena en Madrid la primera película dirigida por el actor José Sacristán, Soldados de plomo, que también cuenta con su interpretación en el papel protagonista: un reto para quien, como él, no había decidido afrontar ese doble cometido. Fue consecuencia de la casualidad ya que el director previsto para Soldados de plomo se retiró del proyecto antes de comenzarlo. "Ello me permitió", confiesa el actor, "distanciarme de mis propias pasiones personales y trabajar con mayor rigor".No se había atrevido Sacristán a dar este paso, aunque, desde el principio de su carrera, "observara el trabajo de los directores; no me decidí hasta ahora porque, al margen del miedo al fracaso, temía poner en peligro mi condición de actor". Sacristán se apoyó también en sus contactos previos con el novelista Eduardo Mendoza, autor de La verdad sobre el caso Savolta y El misterio de la cripta embrujada que, con el título de La cripta, tuvo también su versión cinematográfica, interpretada ya por José Sacristán. En Soldaditos de plomo, Mendoza sugirió la historia que luego desarrollaría el actor-director con su colaboración directa.

No es frecuente en España que un intérprete se coloque al otro lado de la cámara: Ana Mariscal y Fernando Fernán-Gómez han sido los más prolíficos aunque también Adolfo Marsillach, entre otros, ha realizado tal experiencia.