Reagan juega al ratón y el gato con el Congreso

La Casa Blanca ha advertido que las presiones para que el presidente Ronald Reagan busque la luz verde del Congreso para mantener a los marines norteamericanos en Líbano transmitirán "una señal altamente peligrosa" a la URSS y Oriente Próximo. Los peligros no se reducirían, según comentó a los periodistas un alto funcionario de la presidencia, ni siquiera si se trasluciera de antemano una clara disposición legislativa a autorizar la presencia de las tropas norteamericanas en aquel país.

Mantener la exigencia de que Reagan cuente con la aprobación del Congreso "permitiría a sirios y soviéticos sentarse y esperar pacientemente a que llegue un momento en que el Capitolio esté menos predispuesto a dar su visto bueno", agregó el político.

Estas declaraciones, efectuadas en la tarde del viernes, fueron rechazadas de inmediato por el senador demócrata Robert Byrd, y calificadas como un paso en falso por parte de la Administración en su intento de eludir las leyes.

Byrd y otros demócratas, así como algunos republicanos, creen que Reagan debía haber solicitado la luz verde del Congreso en el preciso momento en que murió, el mes pasado, el primero de los cuatro marines que han perdido la vida en Líbano. La Casa Blanca argumenta que, no obstante la creciente violencia, no hay por qué recurrir aún a la ley de Poderes de Guerra.