Gromiko aplaza a última hora su visita oficial a París

El ministro soviético de Asuntos Exteriores, Andrei Gromiko, ha pospuesto hasta finales de la presente semana su visita oficial a Paris a consecuencia, supuestamente, de la desaparición la semana pasada, en el espacio aéreo de la URSS, del avión Boeing-747 surcoreano. Antes, Gromiko viajará a Madrid, para asistir a la reunión de ministros de Asuntos Exteriores de la Conferencia sobre Seguridad y Cooperación en Europa (CSCE). Estos dos hechos demuestran, según se estima aquí, la incidencia relativa del trágico suceso en las relaciones diplomáticas Este-Oeste.La visita del ministro soviético a París estaba prevista desde hace semanas, pero ayer, a media mañana, un comunicado del ministro frances de Relaciones Exteriores, Claude Cheysson, anunció de forma lacónica que el viaje se retrasaba hasta finales de la presente semana. Ni París ni Moscú dieron explicaciones sobre este cambio de fechas, pero se supone que el derribo del Boeing surcoreano aconseja postergar el desplazamiento.

Tampoco fue posible saber qué Gobierno tomó la iniciativa de retrasar el viaje. La nota oficial afirmó que la decisión había sido tomada de común acuerdo. Si, como se ha previsto, Gromiko viene a la capital francesa a finales de esta semana, la repercusión del asunto del avión surcoreano se habrá limitado a realizar el viaje una semana después de la reunión de la CSCE, en Madrid, y no antes.

A pesar del mutismo total observado por las autoridades francesas, se considera como probable que ha sido París quien tomó la iniciativa de aplazar la visita. Las críticas de la oposición política, de algunos sectores de mayoría en el poder y de la mayor parte de los observadores aconsejaron seguramente al Gobierno este gesto de protesta. El líder del movimiento neogaullista Agrupación por la República (RPR), Jacques Chirac, estimó que el Gobierno debía anular la visita de Gromiko. Incluso el segundo sindicato del país, la Confederación Francesa Democrática del Trabajo (CFDT, socialista autogestionaria), manifestó su repulsa. Una vez más, el Partido Comunista francés (PCF), se ha encontrado solo al intentar defender al Gobierno de la URSS.