El avión abatido pudo desviarse intencionadamente de su ruta, según expertos norteamericanos

No puede descartarse que la tripulación del Boeing surcoreano abatido por los rusos en las inmediaciones de la isla de Sajalin hubiera penetrado intencionadamente en el espacio aéreo soviético para acortar su vuelo hacia Seúl, según manifiestan a The New York Times analistas norteamericanos de los servicios de espionaje. Esta hipótesis ha sido tajantemente desmentida por la compañía aérea surcoreana, donde se manifiesta que los pilotos eran conscientes del riesgo que suponía el violar el espacio aéreo soviético.

Los expertos, que trabajan con las grabaciones de las comunicaciones entre la tripulación coreana y las torres de control japonesas y con las comunicaciones de los pilotos soviéticos con sus mandos en tierra, afirman que de las grabaciones no puede deducirse cómo es que el avión se desvió hacia territorio de la URSS ni si los pilotos soviéticos se dieron cuenta de que perseguían a un avión civil.Las fuentes informantes hacen hincapié en que las especulaciones que se realizan están basadas en evidencias circunstanciales y que es difícil ofrecer otra explicación sobre la base de la información Con que se cuenta.

Funcionarios surcoreanos tampoco se sienten capacitados para explicar las aproximadamente 313 millas que se desvió el avión y las dos horas que sobrevoló territorio soviético sobre la península de Kamchatka, el mar de Ojotsk y la isla de Sajalin. "Es un misterio para nosotros", dijo un portavoz gubernamental.

Una explicación que dan expertos de la Agencia Nacional de Defensa nipona es que pudo producirse un error con los datos de la latitud y de la longitud, al introducirlos en el computador que controla el rumbo. Concretamente, se habla de que las cifras habían bailado y que los que debían ser 42 grados 23 minutos de latitud norte y 147 grados 29 minutos de longitud este se convirtieron por error en 47 grados 29 minutos de latitud norte y 142 grados 23 minutos de longitud este, coordenadas que obligaban al avión a pasar sobre la vertical de Kamchatka y de Sajalin, informa France Presse.

La posibilidad de tal error es considerada como remota por los expertos norteamericanos en espionaje, dado que el avión surcoreano contaba con tres equipos separados y de tecnología altamente desarrollada para evitar desviaciones de la ruta por el fallo de alguna de la unidades de control. Y aun en el caso de que el vuelo hubiese sido inadecuadamente programado, los expertos señalan que la tripulación tenía otros medios para controlar la ruta, como era el contacto por radio.

Cientos de kilómetros menos

Lo que más llama la atención es que el rumbo que seguía el aparato es el más corto desde Alaska, de donde partió la última etapa del aparato, a Seúl. "El avión no se desvió repentinamente en una dirección cualquiera", dice un alto funcionario de los servicios de espionaje, "sino que avanzó varias horas por una ruta no debida, que llevaba directamente a Seúl". La ruta oficial tiene varios cientos de kilómetros más que la seguida.

Los funcionarios del espionaje dicen desconocer que se hayan registrado otros intentos de reducir el vuelo mediante el recurso de tomar una línea más recta, pero reconocen que el sobrevolar territorio soviético debería ser impensable para pilotos con experiencia.

El general George Keegan, jefe retirado de los servicios de espionaje de la fuerza aérea, manifiesta que los pilotos coreanos han sido poco cuidadosos en el pasado y que continúan "volando demasiado, cerca de territorio soviético". A este respecto recuerda Efe que un error técnico hizo que otro avión de la KAL sobrevolara en 1978 una base militar de las consideradas más secretas por los soviéticos, al norte de Murmansk, en el Ártico ruso. El aparato, que realizaba el vuelo París-Seúl, fue obligado a aterrizar por dos cazas.

Queda la duda de si los soviéticos pudieron confundir el Boeing 747 con un AWACS norteamericano, pero ello parece poco probable, dado que el avión espía norteamericano está basado en el Boeing 707, más pequeño que el 747, y lleva sobre el fuselaje un característico hongo que transporta los avanzados equipos de escucha.