Acuerdo entre el Gobierno, los sindicatos y los obispos argentinos para evitar la huelga general
La crisis de quienes soportan la hiperinflación más alta del mundo se intentó aliviar ayer en Argentina con una serie de medidas de emergencia que evitan la huelga general prevista para la próxima semana El minigabinete económico del Gobierno, las dos CGT, la patronal y los obispos, acordaron elevar el salario mínimo a 1.600 pesos (unas 12.500 pesetas), congelar las tarifas de agua, gas y electricidad, aumentar levemente las asignaciones familiares y entregar 800 pesos lineales a todo asalariado.
El auxilio económico para los obreros argentinos es más psicológico que real, por lo exiguo de la ayuda y porque la inflación diaria devora ese dinero en escasas semanas. Ayer el dólar se cambió en el mercado negro a 19,70 pesos, alcanzando así un alza mensual del 32%.El precio de la carne -auténtico baremo económico en una sociedad con tres cabezas de ganado vacuno por habitante- aumentó en agosto un 45%, mientras el consumo por persona descendía al nivel histórico de 40 kilos en los últimos doce meses.
Por lo demás, las denuncias judiciales de Patricio Kelly, el extraño periodista nacionalista secuestrado y liberado la semana pasada, continúan levantando olas de estupor. El juez ha ordenado la busca y captura de Aníbal Gordon, ex miembro de los servicios de inteligencia militar, que habría presuntamente dirigido el secuestro y urdido los asesinatos del publicitario Dupont, la diplomática Holinberg y el empresario Branca, adversamente relacionados con el Almirante Masera. Kelly reunió a los periodistas en una confitería para denunciar que el comando dirigido por Aníbal Gordon prepara los asesinatos del candidato radical a la presidencia, Raúl Alfonsín, del juez Óscar Salvi, que encarceló a Masera y de dos altos mandos militares.
Las últimas informaciones apuntan hacia la tesis de que Kelly fue secuestrado para ser torturado, interrogado y muerto, pero fue posteriormente liberado ante una contraorden arrancada por el Gobierno a los servicios de inteligencia militar. Kelly ha mantenido conversaciones reservadas con la embajada de España en Buenos Aires en previsión de una eventual necesidad de asilo diplomático. Discreta -y sorprendentemente- se le ha hecho ver la conveniencia de que, llegado el caso, opte por otra embajada.
Un juez federal, ha descongelado el congreso peronista de la provincia de Buenos Aires que eligió a Herminio Iglesias candidato a gobernador y que fue ¡in pugnado por el precandidato Antonio Cañero, ex ministro de Economía, hombre moderado, que denunció supuestos abusos y amenazas sobre los congresistas de su rival, inculto y populista, pero dueño y aparato peronista provincial.
Aún le quedan a Cafiero recursos legales, pero ya es segura su defenestración en la carrera electoral. El próximo día tres se abrirá en Buenos Aires el congreso nacional justicialista que santificará la fórmula Lúder-Bittel para la presidencia-vicepresidencia de la nación, con presencia o sin ella de Isabelita.
Algún dirigente peronista ya la está postulando como candidata a la presidencia, pero la propuesta no deja de ser una cortesía para que la viuda de Perón pueda permitirse la elegancia de renunciar. Si el peronismo acude a las elecciones con Isabel de candidata, Raúl Alfonsín puede, desde ya, empezar a formar Gobierno.
El hipotético regreso de Isabel Perón continúa relegado a un cuarto o quinto plano informativo, ante los graves problemas que asolan el país a 60 días de las elecciones. Los periódicos, las emisoras de radio, los canales de televisión, las interminables conversaciones en las confiterías ante infinitas tazas de café, se ocupan antes del único ganador de la quiniela de esta semana, que de la viuda de Juan Domingo Perón.
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