La Administración tomará medidas para evitar que las inundaciones sean aprovechadas para desmantelar empresas

La posibilidad de que comience a generalizarse un proceso de abandonismo empresarial, especialmente en industrias y comercios de tamaño pequeño y medio, es uno de los principales centros de preocupación de las autoridades, estatales y autonómicas, una vez superadas las situaciones de peligro más críticas, generadas por las inundaciones ocurridas en el País Vasco. El delegado del Gobierno, Ramón Jáuregui, reconocía que éste es uno de los mayores problemas a los que se enfrenta la economía vasca en general y la vizcaína en particular, y señaló que se va a intentar establecer una serie de medidas que pretenden evitar este riesgo.

Jáuregui se refirió en primer lugar al propio sentido de la responsabilidad de los empresarios, y a continuación a las medidas que el Gobierno comenzará a establecer en breve plazo y con carácter de urgencia para evitar que la desaparición de empresas pueda constituirse en un aumento de la pérdida definitiva de puestos de trabajo.Con este objeto, el director general de Empleo se reunió en la mañana de ayer en Bilbao con representantes de las centrales sindicales UGT, CC OO y ELA-STV para intentar establecer un plan de actuación que permita, por una parte, aliviar a las empresas de algunos costes laborales que en las presentes circunstancias resultan difícilmente sostenibles, a la vez que permita evitar la pérdida definitiva de puestos de trabajo.

En este sentido se estableció con carácter genérico la imposibilidad de realizar ninguna rescisión de contrato laboral en los próximos tres meses en Vizcaya, mientras se habilitaba una vía de urgencia para que en plazo de cinco días las empresas puedan realizar suspensiones temporales de contratos a sus trabajadores, por un máximo de dos meses en los sectores de comercio y servicios y de hasta tres en los industriales.

En esta misma reunión se llegó al acuerdo de que los representantes de los trabajadores, y los de los empresarios, que serían informados con posterioridad de estas medidas, tendrían información diaria de las solicitudes y resoluciones que se vayan presentando. Con la entrada en vigor de esta medida, las empresas se verán aliviadas de los costes de la Seguridad Social, mientras que los subsidios de los trabajadores pasarán a ser atendidos íntegramente por la administración. No obstante, se reconoce e incluso es posible que llegue a recomendarse el que los trabajadores contribuyan a las labores de desescombro y limpieza de sus propios centros de trabajo, a pesar de que se encuentren en situación de contratos laborales suspendidos.

Suspensiones de empleo

Los miembros de los sindicatos pusieron de manifiesto la necesidad de que estos tres meses de suspensiones temporales de empleo no sean acumulables a las ya existentes. El problema es importante, pues en Vizcaya existía un número considerable de empresas que mantenían turnos rotatorios de trabajo y, por tanto, suspensiones temporales de empleo. De sumarse las producidas por las recientes inundaciones posiblemente se diesen situaciones de incremento importante en el desempleo al vencer los plazos por acumulación, y no estar prevista por las empresas la incorporación de sus trabajadores.Las valoraciones de los daños aun continúan estando basadas más en los hipótesis que en las realidades contrastables. La voluntad y los intereses de los informantes están desempeñando un papel aparentemente esencial a la hora de facilitar estos datos, que en instancias oficiales son una y otra vez calificados de "prácticamente gratuitos".

En lo que en cualquier caso sí parecen coincidir prácticamente todos los expertos es en el hecho de que las recientes inundaciones, con haber tenido unos efectos devastadores, no van a cambiar la fisonomía industrial vizcaína. Las grandes industrias han visto dañadas sus instalaciones, en algunos casos seriamente, pero en general se coincide en la creencia de que continuarán con su actividad. Las más afectadas, con diferencia, han sido las pequeñas y medianas, menos dotadas técnicamente y ocupando localizaciones geográficas inferiores.

En los casos concretos de las grandes empresas siderometalúrgicas, los destrozos que la riada pueda haber causado en sus instalaciones parecen referirse más a los daños en sus productos almacenados que a las pérdidas en maquinaria pesada. Evidentemente, se van a producir pérdidas de pedidos, retrasos importantes en la puesta en funcionamiento de las instalaciones, e incluso en algunos casos partes obsoletas serán posiblemente reemplazadas por otras nuevas.

Las zonas más afectadas en la provincia de Vizcaya han sido las cuencas del Nervión y del Ibaizábal. En la cuenca alta del Nervión, concretamente en las localidades de Amurrio y Llodio (Álava), se encuentran cuatro instalaciones importantes: Tubacex y Tubos Reunidos, al parecer con unos daños, dentro de la gravedad, no excesivamente importantes.

En la cuenca del Ibaizábal, la planta de Explosivos Rio Tinto en Galdácano, parece no haber sido dañada en exceso, aunque sus filiales Formica y Ceplástica, presentan daños importantes. En cuanto a la ría bilbaína, Astilleros Españoles no parece haber sufrido grandes pérdidas. En la margen derecha, la Francoespañola de Cables y Alambres y su filial de la otra margen Forjas y Alambres de Cadagua, se encuentran bastante afectadas, sumándose este hecho a la difícil situación económica que atravesaban.

Por su parte, Babcock & Wilcox y General Eléctrica Española se han visto afectadas, aparentemen te en mayor medida la primera.