Gobierno central y Gobiernos autónomos se repartirán el coste económico de las inundaciones

El Consejo de Ministros que se celebra hoy en la Moncloa, y que será casi monográfico sobre las recientes inundaciones del norte de España, aprobará la declaración de zona catastrófica para los puntos geográficos más castigados por los efectos del temporal -en principio casi toda la provincia de Vizcaya y parte de las de Guipúzcoa, Álava y Cantabria-, pero con la salvedad de que el Gobierno vasco y el cántabro tendrán que asumir parte de lo que les corresponde en materia económica, ya que ambas comunidades autónomas cuentan con un buen número de competencias transferidas por el Gobierno central.Se trata de la primera ocasión en que empezará a funcionar la coordinación de la Administración central y la autonómica, a la hora de destinar fondos económicos para paliar los efectos de las riadas, ya que cuando se produjo la última catástrofe de este tipo, en Valencia, aún no se habían celebrado en aquella comunidad autónoma elecciones para el Parlamento nacional. Este reparto, "dentro de la solidaridad incuestionable que se va a producir para ayudar a los damnificados", según fuentes de la oficina del portavoz del Gobierno, afectará de manera más directa a Euskadi, por contar esta comunidad con mayor número de competencias transferidas. La creación de una comisión interministerial y de otra que coordinará la acción del Gobierno central con la de los gobiernos autónomos podrían ser otras dos medidas concretas que adoptar.

Las inundaciones sufridas en el norte español han aplazado las otras grandes cuestiones que tenía previsto abordar hoy el Consejo de Ministros, tales como la fijación de prioridades en el calendario legislativo y el primer repaso al anteproyecto de ley de los próximos Presupuestos Generales del Estado. No obstante, y pese a que las riadas de Euskadi y Cantabria van a ser indiscutiblemente el gran tema de la reunión, los ministros prolongarán la misma a fin de poder iniciar el estudio de las otras dos cuestiones mencionadas. Los Presupuestos Generales del Estado, por otra parte, se van a ver lógicamente afectados por los daños producidos en el Norte.