70 cajas rurales firmaron ayer el convenio de colaboración con el Banco de Crédito Agrícola

El acuerdo de colaboración entre el Banco de Crédito Agrícola (BCA) y las cajas rurales, firmado ayer en el Ministerio de Economía y Hacienda, sienta las bases para el saneamiento de las entidades financieras del sector con dificultades y permite que una buena parte del dinero procedente del campo, que-en la actualidad se canaliza hacia otros sectores de la actividad económica, pueda utilizarse para financiar inversiones en el medio rural, declaró Miguel Boyer en su intervención en el acto de la firma. Ayer firmaron el acuerdo 70 cajas rurales, de las 129 existentes, y antes de que acabe el mes lo harán las que faltan de la Comunidad Valenciana y Asturias, así como las vascas, que tienen que contar con la autorización previa del Gobierno autónomo.

El acuerdo de colaboración tiene una duración ilimitada, aunque puede denunciarse unilateralmente una vez transcurridos los tres primeros años, y permite que las cajas rurales desconcentren sus actividades crediticias, hasta ahora limitadas a prestar dinero a sus socios cooperativistas, al tiempo que potencia la expansión e implantación nacional del Banco de Crédito Agrícola.La firma del convenio pone como condiciones para las cajas rurales la realización de una auditoría externa y, en caso necesario, la propuesta de un plan de saneamiento para aquellas entidades que tengan problemas. Dicho plan será supervisado por el BCA, quien establecertá un sistema de auditoría permanente para controlar la marcha de la gestión de las entidades asociadas. Al tiempo, las cajas rurales depositarán en el BCA los recursos destinados al fondo para insolvencias y al creado ahora para evitar problemas de liquidez. El 25% de los excedentes de tesorería de las cajas se colocará también en el banco oficial.

Estos recursos podrán utilizarse para evitar los problemas de liquidez que estacionalmente sufren las cajas rurales, al estar muy concentrada su actividad en períodos determinados coincidentes con la mayor actividad agraria de cada zona, y el resto se destinará a conceder créditos a agricultores y entidades ligadas al medio rural, aunque no sean agrícolas en sentido estricto. El Banco de Crédito Agrícola, por su parte, podrá estar presente en toda la geograria nacional a través de las oficinas de las cajas rurales asociadas y distribuir sus créditos a tipos oficiales a los agricultores, sean miembros o no de las distintas cooperativas agrícolas.

Miguel Boyer anunció que la Comisión Delegada del Gobierno para Asuntos Económicos tiene ya en estudio los principios que inspirarán la nueva ley general de cooperativas y la legislación sobre crédito cooperativo. El ministro de Economía señaló la importancia del acuerdo firmado ayer, que consolida un grupo financiero dedicado a proporcionar recursos al campo y que contará con un total de 650.000 millones de pesetas.

La relevancia del nuevo grupo financiero queda delimitada por el hecho de que se calcula que más de la mitad de la producción agraria se canaliza en su producción, comercializ ación e industrialización por el sistema cooperativo, cuyo soporte se encuentra en las cajas rurales. El sector agrario, dijo el ministro, aporta el 6% del producto interior bruto y recibe aproximadamente la misma proporción del crédito bancario al sector privado, del que la mitad lo aportan las entidades crediticias que firmaron el convenio de colaboración.