Los artesanos, preocupados por la continuidad de su trabajo

Los organizadores de la Il Feria de Artesanía Contemporánea de San Sebastián, que se clausura hoy, proponen la creación de un circuito de muestras que cubra toda la geografía española. A su juicio, la existencia de este circuito garantizará en buena medida la continuidad de la actividad artesanal, toda vez que permitirá prescindir de los canales habituales de comercialización que duplican el precio de venta al público y limitan considerablemente el mercado potencial del consumidor de artesanía.El encuentro de más de 60 artesanos del País Vasco, Cataluña, Madrid y Francia ha sentado las bases de una mayor coordinación en este sector de la producción artística, caracterizado por la dispersión y el individualismo.

Miles de obras, agrupadas en 37 actividades artesanales diferentes, desde la talla y el grabado hasta la decoración de envases, el soplado artístico, el perfume, la pintura, el cuero y los tapices, se han exhibido a lo largo de estos ocho días en la segunda feria donostiarra. El éxito de esta muestra, palpable a la vista del número de visitantes y de las cifras de venta, asegura la continuidad de la feria, cuyo presupuesto, financiado por la diputación, el ayuntamiento y el Centro de Atracción y Turismo donostiarra, asciende únicamente a 1.200.000 pesetas.

Paralelamente a la exhibición y venta de obras, se ha desarrollado a lo largo de esta semana un ciclo de conferencias y debates sobre temas como La influencia psíquica de los perfumes, El paso de la artesanía rural a la artesanía urbana, La artesanía y el arte, La artesanía y el diseño industrial, etcétera, además de proyecciones de vídeo, montajes de decoración y actuaciones teatrales. La presencia de una artesanía más cada vez más urbana y variada que busca su aplicación en la sociedad moderna es quizá la conclusión más evidente de estas jornadas, organizadas por el grupo de artesanos vascos Arko.

El desarrollo de las formas artesanales y la asunción del sentido de aplicación y de utilidad no debe suponer, en opinión de los organizadores, la ruptura con una filosofía que se inspira en la calle, en el contacto directo con el comprador interesado en conocer el proceso de fabricación de una obra y en comprender las motivaciones estéticas de su autor.