La formación de Gobierno en Italia, 'más difícil todavía' tras conocerse los resultados ectorales definitivos
Los resultados definitivos de las elecciones italianas, hechos públicos ayer, presentan un cuadro político según el cual resultará aún más dificil encontrar un Gobierno estable que haga frente a la dificil situación del país.
La Democracia Cristiana italiana (DC) sigue siendo la primera formación política del país, aunque ha cosechado su peor resultado en la historia de la República fundada en 1948. El Partido Comunista italiano (PCI), aunque ha retrocedido ligeramente, reduce su diferencia con la Democracia Cristiana a un nivel también histórico y queda a tres puntos de ésta. Los socialistas y los republicanos, éstos con un espectacular avance, se convierten en el fiel de la balanza, de una eventual mayoría de centro izquierda, la única viable numérica y políticamente en estos momentos. Los resultados relativos al Senado reproducen casi fielmente los que se han obtenido en la Cámara de Diputados, de los que solían diferenciarse. La DC, con 120 escaños, sufre una pérdida de 18 y retrocede un 5,9% de votos (32,4%); el PCI obtiene 107 escaños, dos menos, con una flexión del 0,7% en el cómputo de sufragios (30,8%), mientras los socialistas un total de 38, el 1% (11,4%), y los republicanos pasan de 6 a 10 escaños y del 3,4% al 4,7%. El neofascista Movimiento Social Italiano (MSI) pasa del 5,7% al 7,3% en el recuento de las papeletas y consigue 18 puestos (cinco más que en la anterior consulta legislativa).El terremoto electoral está haciendo reflexionar a los partidos, especialmente en lo que se refiere a la advertencia que supone el importante incremento de la abstención, el voto nulo y en blanco, hacia los cuales se han orientado gran número de los 3.800.000 nuevos electores.
La DC había previsto para hoy una reunión de su dirección, pero la ha aplazado hasta la próxima semana. Según los observadores, las aguas están muy revueltas en la Democracia Cristiana y puede estar a punto de desencadenarse una dura pugna por el poder. El propio secretario nacional, Ciriaco de Mita, no descartó ayer la celebración de un congreso extraordinario con un relevo de las personalidades que lo dirigen.
Desde los partidos de la antenor mayoría gubernamental parece haber surgido una especie de consigna de prudencia.
El PSI, que ayer mantuvo la necesidad de profunda reflexión, ha reiterado nuevamente su negativa a participar en la allemativa democrática planteada por el PCI, con lo cual la hace inviable por el momento, aunque existan las cifras para formar una mayoría demasiado heterogénea que mande a la DC a la oposición.
Por el momento, la única fórmula viable de Gobierno parece, pues, un centro izquierda de cinco partidos (dernocristianos, socialistas, socialdemócratas, republicanos y liberales), formaciones que suman un total de 366 escaños en la Cámara de Diputados (la mayoría absoluta es de 315). Pero esta coalición ha sufrido un leve retroceso electoral y nacerá con el doble obstáculo de su fracaso en la recién fenecida legislatura y el de la dificultad de adoptar una línea económica que aúne los planteamientos tan distantes existentes entre PSI y DC. Por otro lado, hay que contar con la no menos ardua tarea de ponerse de acuerdo entre ellos para ver quién dirigirá esa mayoría, aspiración encontrada de socialistas y republicanos.
Conmoción del mapa político
El mapa político italiano ha salido conmocionado de estos comícios. La Democracia Cristiana ha perdido por todas partes, especialmente en las grandes ciudades, pero lo más significativo es su retroceso en el sur, su gran bastión.
Al tratar de explicar el revés electoral sufrido por su partido, el dirigente democristiano Giovanni Gallone ha escrito en el órgano de su partido Il Popolo, del que es director, que "hemos pagado un precio enorme por nuestro proceso de renovación que no ha tenido tiempo de calar en la sociedad italiana y en el electorado".
Los socialistas, por su parte, han pagado los escándalos relativos a comisiones ¡legales, en que se vieron envueltos algunos de sus dirigentes locales en Turín y Savona, con un retroceso en ambas regiones. Avanzan en el sur y en el centro, mientras la flexión del partido comunista ha sido menor en el centro, más amplia en el norte, manteniéndose prácticamente estable en el sur.
Aparte del retroceso dernocriístiano en el sur, ha sido enormemente significativo el impresionante aumento de la abstención y los votos nulos en estas regíolles,especialmente en Sicilia y en Nápoles, donde el MSI ha conseguido casi alcanzar a la DC.
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