Amplio tratamiento en la Prensa argentina de las jornadas sobre la transición española

Con una notable repercusión en los medios de difusión, finalizaron ayer en Buenos Aires las Jornadas sobre la Transición de España a la Democracia. El incidente que protagonizara el ultra argentino Jorge Cesarsky en la primera jornada tuvo un amplio tratamiento en todos los medios de comunicación oficiales y privados. La delegación española, que hasta entonces no había accedido a la Prensa, dispuso en los dos últimos días de destacados espacios en los periódicos.El general Gutiérrez Mellado absorbió todas las entrevistas para hablar del tema que más preocupa a la opinión pública argentina: la transición en las Fuerzas Armadas. Gutiérrez Mellado destacó que las Fuerzas Armadas españolas "acompañaron el proceso con un gran patriotismo" y ofreció una síntesis como definición "lo fundamental es lograr una actitud de moderación y de pragmatismo de las grandes mayorías nacionales que las aleje de toda pro puesta aventurera".

El diputado por el PSOE, José María Benegas, estimó, por su parte, que "el proyecto militar está agotado, pero existen bastantes problemas para recorrer el camino hacia la democracia. La sociedad argentina tiene heridas muy recientes;, nosotros abordamos la transición después de cuarenta años, cuando las nuestras estaban casi cicatrizadas. En este caso es necesario un gran esfuerzo de generosidad. Los grandes partidos deben alcanzar acuerdos que cohesionen a la nación alrededor de los grandes temas". Un prolongado aplauso de la concurrencia cerró la última jornada, en la que sobre "el pacto constitucional" expusieron José Pedro Pérez Llorca, Jordi Solé Tuira y el catedrático Elías Díaz.

Guillermo Olivera, asesor de prensa del Ministerio del Interior, dio la única explicación oficial sobre el despliegue del martes pasado, cuando una comisión policial intervino para detener al periodista José Oneto, director de la revista Cambio 16. Según el funcionario del Gobierno militar, la policía actuó ante una denuncia en la que se aseguraba que "en la Universidad de Belgrano se estaba haciendo una apología de la subversión".