Huesos extaños

Antes, cuando Tomás Serrano hablaba de los extraños huesos que encontraba, "algunas personas creían que yo estaba chiflado", ahora todo un Gobierno autonómico y muchos científicos andan tras estas huellas. Según algunos expertos, los huesos de Tomás pueden ser el hallazgo científico del siglo.

"Hace años yo iba con mis ovejas y veía huesos extraños en mi tierra, como formando parte de las rocas", dice Serrano, de 69 años, "yo decía que éstos no eran huesos normales, e incluso hablé con un científico en Granada, pero no me hacían caso". A partir de 1976, sin embargo, varios equipos de científicos estudiaron con más detenimiento los terrenos de Tomás y en marzo del presente año se firmó un contrato de diez años entre él y la Junta de Andalucía: a cambio de vigilar sus propios terrenos y entregar los objetos hallados por los investigadores, Tomás y su esposa Mariana reciben 300.000 pesetas anuales.

Hace unos años el matrimonio dejó su casa en la aldea de Venta Micena, para trasladarse a Orce, un pueblo tranquilo de unos 2.000 habitantes, entre Granada y Murcia: "aquella no era vida", dice ahora Mariana. "Unas ovejas, cada vez menos vecinos, ahora apenas viven dos o tres personas ahí". Se lamenta de no poder leer, pero está orgullosade su hijo, que fue a Madrid, terminó sus estudios y ahora tiene un buen trabajo.

Luego vino el contrato con la Junta de Andalucía, pero tomás está algo incómodo cuando habla de ésto, "se firmó justo antes de anunciar que se había encontrado este homínido tan importante", dice, manejando con facilidad los términos científicos, y los huesos que se ha guardado para sí mismo. "Ahora, yo entiendo que tendrían sus motivos científicos para no anunciar el descubrimiento antes, pero me pregunto si yo lo hubiera sabido, hubiera sido justa la cantidad que me han dado. Yo he sido pobre toda la vida".