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Reportaje:

El tráfico de trabajadores africanos y el turismo disparan las enfermedades en España

El único centro sanitario especializado está en Barcelona

A finales de 1964, la Organización Mundial de la Salud concedía a España el certificado de erradicación del paludismo. Era el reconocimiento oficial de que España no contaba con casos propios de paludismo o malaria. El certificado, en virtud de las normas epidemiológicas mundiales, significaba el paso automático a la fase de mantenimiento -tercera y penúltima de las que constituyen la desaparicion total de aquella enfermedad en un Estado determinado- y traía consigo la adopción de determinadas medidas de profilaxis y control. Hoy, a los casi nueve años de aquel certificado, los reducidísimos círculos médicos españoles especializados en enfermedades tropicales se muestran, si no alarmados por la importación de nuevos casos de paludismo, esquisto-somiasis y afecciones debidas a helmintos intestinales, sí extremadamente preocupados.Cataluña se configura como "la zona más afectada de. España porque es el lugar de recepción de los africanos occidentales, portadores de enfermedades tropicales nuevas", según declaró a EL PAIS el doctor Miquel Gili, jefe de la Sección de Programas Sanitarios de la Geneialitat. de Cataluña. Por su parte, el doctor Manuel de Corachán, Jefe de la Sección de Medicina Tropical del Servicio de Enfermedades Infecciosas del barcelonés Hospital Clínico -única ínstitución en todo el Estado que dispone de tal especializacióncoincidía en que en Cataluña es donde se registra mayor patologia importada: podría decirse que es la capital española en este sentido". No obstante, para el doctor Corachán no son los inmigrantes, clandestinos o no, quienes constituyen el principal peligro sino, y por este orden, el creciente tráfico aéreo, la naturaleza portuaria de Cataluña y, finalmente, la penetración de africanos occidentales. En este sentido, las crecientes relaciones con Guinea Ecuatorial, foco endémico de paludismo, son un factor a tener en cuenta, ya que representa el 65,8% de los casos de paludismos importados.

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Los mosquitos españoles no son peligrosos

"Aterra pensar cual. sería el resultado de una encuesta sobre los medicamentos que para combatir infecciones tropicales se dispone en los hospitales españoles", dice, el doctor Corachán. Efectivamente: no existe ninguna previsión sobre el particular, ni una mínima infraestructura. En Cataluña puede decirse que apenas si existe. Junto a la sección del Hospital. Cinico, la Administración sanitaria central se limita a mantener, eñ las dependencias barcelonesas portuarias, el Servicio de Sanidad Exterior, al que obligatoriamente de,ben acudir para vacunarse aquellos que quieran visitar algún país con endemismos tropicales.

La Generalitat tiene adelantado un amplio programa en el que, como novedades, figuran la edi ción de un folleto titulado "Normas recomendadas para los viajes al extranjero" y un Manual más especializado. No obstante la articulación de este programa, sus premísas y aún la edición de tales obras divulgativas, son puestas en tela de juicio por el jefe de la Sección de Medicina Tropical del Clínico. Como muestra de esta descoordinación, baste decir que el doctor Corachán está elaborando otro manual, al desconocer que la Generálitat tiene el suyo a punto...

La razón última de tal disparidad de criterios estriba en que desde la Sección de Programas Sañitarios de la Generalitat se considera como prioritario un control esIricto de la población negroafricana inmigrante. Para los responsables de la Generalitat, es esa población el más preocupante foco contanúnante de enfermedades tropicales. Así, el doctor Miquel Gili, jefe de la referida Sección, opina que tres son los objetivos a lograr: evitar la reintroducción de enfermedades ya erradicadas.y de,las que son portadores los africanos, combatir las infecciones que afectan anualmente a estos y, finalmente, combatir las enfermedades que existan en Cataluña y que sean semejantes a las portadas por estos inmigrantes.

Mayores contrastes

La falta de control sanitario, subsiguiente a su situación de ilegalidad, es casi absoluta entre tales obreros inmigrados. Es por ello que desde la Generalitat "se está elaborando un plan para que estos trabajadores puedan acceder a los servicios del Insalud a pesar de que aún carezcan de situación legal", indica el doctor Gili.

Casi en las antípodas de estos razonamientos, Manuel Corachán insiste en que "el peligro no está en esta población negra, sino en los sistemas por los cuales los mosquitos Anopheles o las propias enfermedades pueden ingresar en España, vía Cataluña o por otras rutas En base a su experiencia en tierras africanas, el titular de la Sección de Medicina Tropical afirma que "nuestro medio ambiente sí es un terrible enemigo para los trabajadores negros; pero las enfermedades que potencialmente puedan sufrir casi no nos afectan a nootros".

Para él, más que fijar la atención en la creciente población negra deben seguirse criterios sociológicos y geográficos para combatir al número creciente de enfermedades tropicales. Tales criterios son informar adecuadamente a cuanto s españoles viajen a zonas endémicas "para que no regresen infectados", a quienes sólo se les muestra una literatura referida a maravillosas vacaciones"; dar a los viajeros pautas de conducta alimentaría e higiénica adecuadas al país; establecer con urgencia la adecuada infraestructura de la medicina tropical en España y, como acción coordinada dento de la Administración, "estar vigilantes a esa carretera. transahariana, que. está construyéndose, porque al posibilitar que en 48 horas un autobús viaje desde África occidental hasta el norte de África, permitirá el trasiego de los Anopheles portadores y de personas afectadas. No estamos preparados para la eclosión patológica que significará".

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