Guerra clausuró ayer el simposio Caminos en la Democracia en América Latina

El vicepresidente del Gobierno español, Alfonso Guerra, clausuró ayer el simposio Caminos en la Democracia en América Latina haciendo referencia a que sí en esta reunión se han dado los pasos para seguir en el camino para conseguir la libertad en Iberoamérica, "bienvenidos sean". Fernando Claudín, de la Fundación Pablo Iglesias, organizadora del simposio, señaló que las sesiones del mismo habían contado con la asistencia de importantes científicos sociales, y el presidente del Instituto de Cooperación Iberoamericana, Luis Yáñez, afirmó en el discurso de clausura que España puede y debe prestar el apoyo que se pida para el retorno de la democracia en Latinoamérica.El simposio, organizado por la Fundación Pablo Iglesias, ha pretendido cubrir aspectos de la realidad social y económica latinoamericana que no fueron estudiados anteriormente en los Encuentros en la Democracia, organizados por el Instituto de Cooperación Iberoamericana el mes pasado.

Voluntariamente, el simposio ha renunciado a presentar unas conclusiones o un documento final, y ha preferido limitarse a denunciar las estructuras que han provocado la difícil situación de la mayor parte de los países latinoamericanos y a exponer las dificultades con que se enfrenta el retorno a la democracia en el continente americano.

La responsable del departamento de relaciones exteriores del PSOE, Elena Flores, ha presentado una ponencia sobre La política de bloques, América Latina y España, y otras importantes personalidades de la política, la economía y la cultura latinoamericanas han expuesto sus posiciones sobre la situación en sus diferentes países, que próximamente serán recogidas en un libro que editará la Fundación Pablo Iglesias.

La ponencia que ha suscitado mayor polémica es la presentada por Ricardo Lagos, abogado, ex secretario general de la facultad latinoamericana de Ciencias Sociales y ex director regional de la UNESCO, sobre Herencia neoliberal y estrategia económica. Este estudio trata de demostrar el fracaso de la economía neoliberal en América Latina, entre otras razones, "por la dificultad de mantener un sistema autoritario por largo tiempo".

Este fracaso supondrá, según este análisis, que "durante el resto de la década de los ochenta, América Latina, y Chile en especial, se enfrentará a una restricción en los recursos externos que no tiene parangón en los últimos cuarenta años". El ponente advierte que "no es realista suponer que durante los ochenta habrá la permisividad en materia de otorgamiento de créditos que existió en la década del setenta".

Esta ponencia asegura que el posible aumento de la exportaciones sólo será viable en la medida que éste se realice a otros países de la región o del Tercer Mundo", y añade que "ello implica mejorar los mecanismos de negociación y de integración de carácter regional". El estudio afirma que, "como consecuencia del experimento neoliberal, se puede sostener que en muchos de nuestros países, y ciertaipente en Chile, en primerísimo lugar, se ha producido una destrucción del parque. industrial de una magnitud todavía desconocida".