Una ligera mejora de la actividad editorial
Durante el año literario, que termina convencionalmente hoy, serán presentados por las tres principales editoras de Galicia, en un intento de aprovechar la promoción indirecta que supone el Día das Letras.En conjunto, han sido algo más de medio millón de ejemplares distribuidos a las librerías por las tres editoriales -Galaxia, O Castro y Edicions Xerais de Galicia-, que concentran, aproximadamente, el 80% de la oferta total de libros en gallego. La cifra, equivalente a menos de la décima parte de lo producido durante el mismo período por las editoriales de Cataluña en el idioma de aquella comunidad, supone, sin embargo, un ligero incremento en relación con la actividad del año anterior. Paradójicamente, las ventas -hecha la obligada excepción de los libros escolares- han descendido durante los últimos doce meses a niveles que todos los editores coinciden en calificar de preocupantes para el futuro de la cultura gallega.
"La mejora que se ha apreciado en cifras absoluta", explica el director literario de Edicions do Castro, Xosé Díaz, "es un fenomeno puramente coyuntural y, por tanto, engañoso, derivado de la progresiva introducción del gallego como asignatura en los planes de estudio". Díaz, responsable de una editorial que el pasado año publicó 57 títulos en distintas colecciones de ensayo, historia, arte, narrativa, teatro y poesía, se ha visto en la obligación de sacrificar los volúmenes -en general, ya escasos- de tirada para ajustarlos a la demanda y poder mantener la cadencia de edición.
Menos agobiado financieramente, dada la particular dedicación de su editora al libro de texto, el presidente de Edicions Xerais de Galicia, Xulián Maure, comparte, sin embargo, el desánimo de su colega. "La situación", asegura, "puede llegar a ser muy crítica dentro de un par de años, si se mantiene la tendencia actual a convertir el gallego en una simple asignatura, excluyéndolo como vehículo para la enseñanza. Y hay que empezar a tener en cuenta, sin dramatismo, la posibilidad de que las editoriales gallegas lleguen a desaparecer, con todo lo que eso supondría para nuestra cultura".
Maure y el responsable editorial de Galaxia, Bieito Ledo, coinciden, a su vez, en que la falta de protección y promoción oficial es una de las claves fundamentales para la comprensión de la crisis. "El Gobierno gallego", dice Maure, "no está haciendo absolutamente nada por la cultura. Mientras en Cataluña se invierten 200 millones en promover la literatura catalana, aquí no se gasta ni una mínima parte de los 100 millones que en buena lógica corresponderían para mantener la, proporción". Bieito Ledo, que lamenta la falta de libros gallegos en la mayor parte de las escasas bibliotecas públicas de Galicia, extiende sus quejas a los ayuntamientos. "Rara es", dice, "la corporación que en estos últimos cuatro años ha tomado alguna iniciativa para potenciar la lectura en gallego. La Xunta, por su parte, no tuvo siquiera la indispensable sensibilidad para comprar un mínimo lote de cada uno de los títulos que salieron al mercado".
La única excepción a esta regla general podría constituirla el lanzamiento de una Biblioteca Básica de la Cultura Gallega, que, parcialmente subvencionada por las diputaciones, viene situando cada mes, en el mercado los textos clásicos de la literatura del país a precios bastante competitivos. Muy criticada desde sectores progresistas, tanto por el método de adjudicación a una determinada editorial como por la selección de títulos, la Biblioteca Básica ha sido uno de los pocos éxitos comerciales del año.
Entre las novedades en narrativa, la revelación fue, sin duda, O triángulo inscrito na circunferencia (El triángulo inscrito en la circunferencia), novela larga con la que Víctor Freixanes obtuvo el Premio Blanco Amor 1982. La obra, que está siendo traducida al castellano, se agotó en su primera edición, de 5.000 ejemplares, a los tres meses de salir al mercado. Otro tanto ocurrió, pese a la menor incidencia promocional de la editoria, con Amor de Artur, el último libro de Xosé Luis Méndez Ferrín.
Babelia
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