Los españoles temen el paro y la guerra

El paro y la amenaza de guerra son las principales preocupaciones de los españoles, según el sondeo efectuado por el Instituto Atlántico para Estudios Internacionales de París y la empresa de encuestas Louis Harris. Y estas preocupaciones superan con mucho a las detectadas en los otros ocho países en que se realizó la consulta.De la muestra de 972 ciudadanos españoles encuestados por Sofemasa, el 87% declara que el desempleo es su máxima preocupación, un resultado que siguen, a amplia distancia, la RFA, Holanda, Italia y el Reino Unido y del que están más alejados los japoneses, con sólo un 23%. En cuanto al temor a una guerra, España ofrece un porcentaje del 48%, que siguen Italia y Japón, mientras que el riesgo de un conflicto bélico aparece muy disminuido en la RFA (16%) y Estados Unidos (25%).

El debate sobre nuestra integración en la estructura militar de la OTAN, las bases militares norteamericanas en suelo español y, quizá, el recuerdo histórico de la guerra civil parecen ser los principales factores que motivan esta segunda respuesta, mientras que la reciente cifra oficial de más de 2.170.000 parados justifica de sobra la primera preocupación de nuestros compatriotas, que aumenta en 12 puntos sobre la encuesta de septiembre pasado.

Después de los británicos (12%), los españoles aparecen como los ciudadanos menos preocupados por la criminalidad, con un 22%, lo que supone 10 puntos menos que hace seis meses.

Las armas nucleares preocupan relativamente poco en nuestro país (29%), aunque más que en Francia, Japón y Estados Unidos, mientras que los riesgos de un excesivo gasto gubernamental apenas son causa de inquietud (9%), una tranquilidad sólo superada por Noruega, y que, en cualquier caso, ha bajado 10 puntos desde septiembre, lo que puede interpretarse como un voto de confianza hacia el nuevo Gobierno socialista.

En el mismo sentido abunda el hecho de que sólo un 5% de los encuestados se muestre preocupado por el posible "pobre liderazgo político" en España, con un descenso de seis puntos respecto al sondeo hecho en los últimos días del Gobierno de Calvo Sotelo. Por lo de más, los españoles se confiesan preocupados por la inflación (26%), la injusticia social (26%) y la crisis energética (16%).

Nuestro país está entre los tres primeros que consideran la crisis económica que sufre el mundo occidental como de larga duración y sólo susceptible de resolverse a través de medidas de carácter internacional. Un 35% de los encuestados cree que en España "vivimos más allá de nuestros medios", concepto en el que nos superan noruegos, alemanes, franceses e italianos.

Un 31% de los españoles entrevistados declara que nuestros empresarios no son lo suficientemente dinámicos, pero sólo el 18% cree que exista un comportamiento "irresponsable" por parte de los sindicatos. El 27%, porcentaje que únicamente supera Francia, piensa que nuestra industria no se ha modernizado adecuadamente

Los españoles son los primeros (54%) en creer que los precios del petróleo son la causa principal de la crisis económica, mientras que aparecen como los menos inquietos ante los bajos precios de la industria de Singapur, Corea del Sur y Taiwan o ante la política de exportaciones japonesa.

En cambio, un 57% se dice favorable a restringir las importaciones extranjeras; sólo el 36% apoya medidas gubernamentales para incrementar la producción nacional y la mayoría (53%) respalda el libre comercio internacional. En cuanto a las relaciones comerciales con la URSS y los países del Este, España ocupa el primer puesto (74%) entre las naciones que favorecen tales medidas, algo que posiblemente tiene su explicación en los largos años de aislamiento durante la dictadura franquista.

También ocupa España el primer lugar entre los países que están de acuerdo en reducir los gastos de defensa (82%), para que éstos se dediquen a mejorar la seguridad social, la sanidad y la educación. Y los españoles figuran asimismo entre los ciudadanos dispuestos a sacrificarse personalmente, jubilándose antes o cobrando una pensión menor, si ello contribuye a crear nuevos puestos de trabajo (47%), lo que parece mostrar un alto índice de solidaridad social corroborado por el hecho de que sólo un 8% confiesa que no haría ningún sacrificio para paliar el paro, cifra igual a la de Holanda y sólo superada en el Reino Unido e Italia.