La CEE propone a EE UU una reunión de ministros de Exteriores

ENVIADO ESPECIAL.Los diez quieren hablar seriamente con Estados Unidos, y para ello han propuesto una reunión de ministros de Asuntos Exteriores CEE-EE UU, al margen de la reunión núnisterial comunitaria que se celebrará en París los días 9 y 10 de mayo. En esta sesión se pueden abordar los temas de relaciones Este-Oeste y de la Conferencia de Madrid (CSCE). El aire es frío en las relaciones transatlánticas. Francia se niega a asistir a una cena propuesta por Washington en París. Y la CEE quiere iniciar un proceso de consultas políticas con la República Popular China.

La propuesta de una reunión CEE-EE UU fue anunciada por el ministro alemán Hans Dietrich Genscher, presidente en ejercicio de la Comunidad, al término del Consejo de Ministros de ayer en Luxemburgo. En esta reunión estarán presentes, por parte comunitaria, los ministros de Asuntos Exteriores de Dinamarca, la RFA y Grecia (orden en que se ha ocupado desde julio de 1981 hasta diciembre de 1982 la presidencia de la comunidad) y el secretario de Estado, George Shultz, por parte norteamericana.

El iñinistro francés, Claude Cheysson, se ha negado a asistir a la cena de los siete -EE UU, Canadá, Japón, RFA, Reino Unido, Francia e Italia- al margen de la reunión de la OCDE en París para preparar la cumbre industrial de Willianisburg (Virginia), propuesta para el 28 de mayo por Washington, con la participación con junta por vez primera de los ministros de Finanzas y de Comercio. La CEE quiere evitar, por una par te, la institucionaliz ación de este tipo de cumbre a siete y, por otra plegarse a los deseos norteamericanos de limitar las exportaciones estratégicas hacia el Este.

Los diez consideran inoportuno abordar este tema, tan querido de Washington, en Williárnsburg Para ello hay otros foros -OTAN, OCDE, entre ellos- donde ya se han concluido una se rie de estudios. Los diez consideran que los planes de legislación estadounidense (Export Administration Act) para bloquear estas exportaciones hacia el Este van demasiado lejos e infringen la soberanía de los Estados europeos.

En consecuencia, los embajadores de los diez en Washington presentaron protestas formales ante el Gobierno de EE UU, en lo que podría resultar un nuevo enfrentamiento transatlántico -reminiscente de la crisis del gasoducto siberiano- a cinco semanas de la cumbre de Willianisburg.

El proyecto de ley, que se encuentra en el Congreso de EE UU, prevé sanciones contra las empresas, norteamericanas o no, que no apliquen los embargos contra el Este decretados por Washington. La CEE pide que EE UU suprima este concepto de extraterritorialidad de sus empresas.