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CONSUMO

Intervenidos 5.000 kilogramos de cigalas tratadas con ácido bórico

Unos 5.000 kilogramos de cigalas tratadas con ácido bórico han sido intervenidas por el servicio municipal de veterinaria de La Coruña en la lonja de esta ciudad en los pasados días, según informó el ponente de Sanidad, Antonio Campos Romay. Según las mismas fuentes, el ayuntamiento cumple así la resolución dictada por el Ministerio de Sanidad y Consumo que establece la prohibición absoluta de emplear ácido bórico como agente conservador de los crustáceos. En las dos remesas de mariscos intervenidas se detectó la presencia de ácido bórico, que fue reconocida por los armadores.En relación con este tema, directivos de seis asociaciones de consumidores y usuarios fueron informados por expertos y responsables del Instituto Nacional del Consumo sobre las diversas razones y circunstancias que han motivado la prohibición del ácido bórico. En esta reunión, la Federación Española de Consumidores, la Fe,deración de Amas de Casa, la Asociación General de Cooperativas, la Organización de Consumidores y Usuarios, UNAE y ACUDE, firmaron un documento de apoyó a la citada medida ministerial.

En concreto, la Asociación de Consumidores y Usuarios de España (ACUDE) ha declarado que recurrirá a todos los cauces legales en defensa de la salud de los consumidores, llegando incluso a la Audiencia Nacional, donde piensa presentar la acción de querella contra quienes infrinjan abiertamente la normativa vigente.

En cuanto al seguimiento que las autoridades sanitárias piensan hacer para prevenir el uso de ácido bóríco como conservante, la Dirección General de Sanidad tiene previsto enfocar sus actuaciones entre los sectores de mayoristas y minoristas para controlar, de esta forma, en qué punto de la cadena del mercado se aplica el conservante prohibido. Estas inspecciones serán coordinadas con las que ya estan realizando Ayuntamientos y gobiernos autónomos, a los que les corresponde inspeccionar y controlar, tanto los puntos de origen de los crustáceos, como los de venta y consumo.

La importancia de esta coordinación, según la Dirección General de Inspección, consiste en controlar entre todos la llamada práctica del "salero", con la que se aplicaba el ácido bórico, que afectaba a todos los sectores del mercado, desde la pesca hasta la venta al público. Esta práctica hacía que los crustáceos contuvieran a veces cantidades de ácido bórico seis o siete veces superiores a las permitidas por la normativa española.

En Cataluña, fuentes del departamento de Sanidad de la Generalitat, han declarado que nunca se ha utilizado ácido bórico para la conservación de los crustáceos.

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