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La sesión negociadora hispano-comunitaria de hoy, clave para el futuro de la pesca

Andrés Ortega

Para que no haya ruptura en la pesca española en aguas de la Comunidad Económica Europea, la sesión de negociación pesquera hispano-comunitaria que hoy, miércoles, tendrá lugar en Bruselas, ha de dar un gran salto adelante. Si el ritmo de la negociación para el ingreso de España en la CEE se acelera, 1983 podría convertirse en el año de referencia con respecto al capítulo de pesca, que ha de quedar abierto en los próximos meses.La Comisión Europea, según fuentes fidedignas, ha adoptado una actitud más moderada que los Estados miembros de cara a la negociación de hoy, proponiendo, según el principio de regresividad, una reducción de un 10%. en el esfuerzo pesquero español en aguas comunitarias.

Pero, diversos Estados miembros -y los más duros son Irlanda y Reino Unido- quieren una reducción de un 20%, con lo que el número de licencias no pasaría de un centenar.

Medios comunitarios estiman que, si se produce un acuerdo, se necesitan al menos quince días para preparar los reglamentos y las licencias. Como países como Irlanda se oponen a un régimen interino, un fracaso en la negociación de hoy supondría una interrupción de las actividades pesqueras españolas en la CEE a partir del 1 de abril, salvo que la negociación se recupere en los días inmediatos, ya que la prórroga de las licencias de 1982 se agota el 31 de marzo.

Barcos en la lista negra

Con la nueva política pesquera comunitaria, Francia ha logrado una zona de pesca exclusiva a lo ancho de doce millas en sus aguas territoriales, con lo que su postura, cara a España, se ha dulcificado. Pero, la CEE tiene grandes bazas negociadoras en su mano. Por una parte, quiere equiparar a palangreros y arrastreros, cuando en el pasado se contaban tres palangreros por cada arrastrero.

Por otra parte, está la amenaza larvada de que la CEE retire definitivamente las licencias a los barcos españoles que se encuentran en la lista negra de la Comisión, que sobrepasan el centenar (109, de hecho, en enero), barcos contra los que se ha abierto expediente en la CEE por infringir los reglamentos comunitarios y pescar sin licencia.

El Reino Unido siente, además, el agravio adicional de los barcos españoles que se han matriculado bajo bandera británica.

Hoy será, pues, un día en el que España tendrá que roer un grueso hueso. De hecho, se prevé que la negociación puede durar dos días. Por el inmediato y por el futuro más lejano, en medios comunitarios se estima que 1983 podría constituir uno de los últimos -si no el último- años de referencia para la negociación de la adhesión de España al Tratado de Roma.

Por otra parte, la flota bacaladera del puerto guipuzcoano de Pasajes se encuentra amarrada a la espera de las negociaciones que se celebrarán en Otawa (Canadá) entre representantes españoles y canadienses, para hacerse a la mar y realizar capturas en las distintas áreas de Terranova, según -ha podido saber Efe a través de la asociación de armadores de Pasajes.

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