El aceite de oliva, aislado cinco años tras la adhesión de España a la CEE
Tras el ingreso de España en la Comunidad Económica Europea (CEE), el mercado exterior español del aceite de oliva quedaría aislado durante cinco años, prorrogables no más allá del período total de transición, si prospera la postura decidida ayer por la Comisión Europea y que será presentada al Consejo de Ministros. Durante este período, la producción de aceite de oliva española sería objeto de al menos parte de las reglamentarias ayudas comunitarias al sector.La medida está encaminada, por una parte, a proteger el consumo y, por tanto, el mercado interno español del aceite de oliva frente a la competencia de aceites de semilla más baratos. En este sentido, este plazo razonable no sería visto con malos ojos por el Gobierno español. Por otra parte, se trata de encontrar un plazo en el cual la CEE pudiera resolver la cuestión de los excedentes de aceite de oliva que conlleva el ingreso español a esta organización, limitando en este período las exportaciones españolas de este producto hacia la Comunidad.
Durante cinco años, pues, el mercado español quedaría aislado dentro de la CEE, con sus aranceles, frente a la Europa comunitaria, como si se tratara de un país tercero a estos efectos. Después, el aceite de oliva entraría en la CEE, bajando sus aranceles durante un período transitorio. El plazo inicial de aislamiento puede ser, según la propuesta de la Comisión, ampliado pero no más allá del final del período de transición total tras el ingreso español, estimado habitualmente en diez años.
Una solución en el GATT
Este plazo permitiría a la CEE buscar una solución en el seno del Acuerdo General sobre Comercio y Aranceles (GATT) respecto al aceite de oliva y sus productos de competencia, los aceites de semilla, fundamentalmente norteamericanos, pero que España fabrica en cantidades similares a las de su aceite tradicional, unas 400.000 toneladas al año, destinadas principalmente a la exportación. Está en estudio el establecimiento con estos fines de una tasa comunitaria sobre las materias grasas, a la que se resisten los países del norte de Europa. Francia, que aboga en principio por esta solución, se está mostrando ahora más reacia, según fuentes comunitarias. En efecto, en el seno del GATT habría que ofrecer una compensación a Estados Unidos, que estaría localizada, sin duda, en el campo de los piensos de cereales, hasta ahora dominado, en Europa, por los franceses.
La propuesta de la Comisión será debatida los días 8 y 9 de marzo con ocasion del Consejo de Ministros de Agricultura de la CEE que examinará la reforma de los reglamentos comunitarios sobre los productos mediterráneos -frutas, hortalizas, aceite de oliva, etcétera- de cara a la adhesión de España a la CEE. En principio, se han abandonado propuestas más radicales que contemplaban aislar el mercado exterior del aceite de oliva durante un período de veinte años.
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