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El capitán Alfredo Astiz piensa refugiarse en Suráfrica

Dos altos oficiales de la Armada argentina, uno de ellos el capitán de navío Alfredo Astiz, que fuera acusado por los Gobiernos sueco y francés de la detención y desaparición de ciudadanas de ambos países, han tramitado ante la Embajada de Suráfrica en Buenos Aires un visado de residencia permanente en Ciudad del Cabo.

El capitán de navío Astiz, que fuera hecho prisionero por las tropas inglesas en las islas Georgias del Sur antes de que comenzara la ofensiva final para la reconquista de las Malvinas y se negara a declarar en Londres amparándose en la convención de Ginebra, residía actualmente en la base naval que la Armada argentina tiene en el Puerto Belgrano, a seiscientos kilómetros al sur de Buenos Aires.

Astiz ocupaba la casa número 34 y se le veía todas las tardes jugando al pool en el pub Waterloo de la vecina ciudad de Bahía Blanca.

Astiz fue acusado por la Madres de la Plaza de Mayo de haberse infiltrado en el movimiento haciéndose pasar por hermano de un desaparecido y fue responsabilizado por París y Estocolmo de la desaparición de dos monjas francesas y una joven sueca en 1977.

Según informaron los funcionarios de la Embajada de Suráfrica en Buenos Aires el capitán Astiz solicitó un visado de residencia permanente en su condición de oficial en retiro efectivo.

También el contraalmirante Ruben Chamorro, quien fuera director de la Escuela de Mecánica de la Armada en los años más duros de la represión militar y entidad denunciada como centro de tortura, ha realizado el mismo trámite.

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Los dos altos oficiales ya habían estado en Suráfrica como agregados navales de la Embajada argentina y su presencia provocó hace un tiempo un conflicto diplomático que fue resuelto por la cancillería retirándolos de sus funciones en aquel país.

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