El Banco de España descubre variaciones contables que incrementan el déficit de 1982

El Gobierno puede haber engordado el déficit de 1982, atribuible, de cara a la opinión pública, a la gestión de UCD, con el objetivo de ampliar su margen de maniobra presupuestaria para 1983 sin aumentar, aparentemente, la proporción del déficit en relación con el producto interior bruto (PIB). Esta impresión está muy extendida entre distintos medios económicos, a la vista del último informe del Servicio de Estudios del Banco de España.

El boletín del Banco de España, que ha sufrido numerosas correcciones en sus borradores previos a la impresión, recoge, casi de forma accidental, en una insignificante nota a pie de página, una información que, a juicio de expertos económicos, explica y denuncia la operación de maquillaje realizada por el Gobierno con la cuantificación del déficit de 1982.

Una nota elocuente

En la página veinte del boletín se dice: "A pesar de las dificultades y reservas con que ha de emprenderse la estimación del déficit de las Administraciones públicas durante el año 1982", y aquí se incluye una referencia a la nota a pie de página, "parece fuera de toda duda que éste experimentó un fuerte aumento al pasar de 618.000 millones en 1981 a un nivel probablemente situado por encima del 1,1 billón de pesetas".En la citada nota a pie de página se aclara sobre las dificultades para estimar el deficit: "A las deficiencias y retrasos habituales en la información estadística -entre las que hay que señalar la pérdida de información relacionada con el proceso de autonomías territoriales- se suman ahora las perturbaciones producidas por las elecciones, el cambio de Gobierno y", aquí viene lo importante, a juicio de los sectores económicos, "variaciones de criterios, respecto a la experiencia pasada, en el cierre de ejercicio, dentro de la normativa vigente, que se expresan en una modificación del sistema de regularización contable, aplicado a impuestos retenidos por la Seguridad Social y que no fueron ingresados por el Estado en 1980 y 1981, que ahora afloran en dichos años, con el consiguiente aumento del déficit contable en 1982; en el ingreso de los impuestos especiales de petróleo a realizar por Campsa en los primeros días de enero, cuando era habitual su ingreso en el mes de diciembre; y, en fin, en un aumento de pagos por inversiones militares y por Seguridad Social en los últimos días del año por encima de lo previsto".

La nota termina: "Todo ello afecta al déficit contable del ejercicio en unos 220.000 millones de pesetas". La adición de esta cifra haría coincidir las estimaciones sobre déficit de caja del Banco de España, que se sitúa en 913.000 millones, con las expresadas por el presidente del Gobierno y por el Ministro de Economía y Hacienda, sobre el déficit por cuenta corriente de la balanza de pagos en 1982, que lo fijaron en 1,2 billones.

Curarse en salud

Según el boletín citado del Banco de España, "de acuerdo con las estimaciones del PIB para 1982, los ingresos, los pagos y el déficit previstos representan, respectivamente, un 29,9%, 36,3% y 5,8%, (aunque este porcentaje podría ser superior) del producto interior bruto.En 1981 los porcentajes respecto al PIB fueron, respectivamente, 30,5%, 34,7% y 3,6%". Estas cifras ponen de manifiesto, al igual que hizo el ministro de Economía y Hacienda en su reciente intervención ante el Pleno del Congreso, el enorme salto en el déficit entre 1981 y 1982, que pasó, en relación con el PIB, de un 3,6% a un 5,8% (dos décimas más para el Gobierno).

En el citado Pleno del Congreso, el ex subsecretario de Presupuestos y diputado de UCD, José Miguel Bravo de la Laguna, reclamó al titular de Hacienda y Economía una pormenorización de los renglones que se habían contabilizado para lograr un cifra de déficit tan elevada en 1982. Bravo de la Laguna, responsable durante los últimos meses de los presupuestos, afirmó tener una cuantificación mucho más moderada del déficit del pasado año.

En el citado debate no se llegaron a precisar, sin embargo, los extremos solicitados por Bravo de la Laguna.

Y la opinión de los sectores económicos es que el Gobierno socialista se está curando en salud, engordando el déficit de 1982, para justificar la difícil gestión económica a la que se enfrenta en 1983. "De este modo puede incrementar el déficit para este año y afirmar que mantiene el mismo en igual proporción del PIB que en el ejericio precedente".