España realizará una misión de buenos oficios, encaminada a normalizar las relaciones de Washington y La Habana

El viaje de Fidel Castro a Madrid, París y Estocolmo, programado inicialmente para el último trimestre del presente año, según adelantó EL PAIS, evitará cuidadosamente cualquier arista de confrontación con Estados Unidos. Su diseño está siendo fijado de forma que coopere al propósito de normalización de relaciones cubano-norteamericanas alentado conjuntamente por México, Venezuela, Colombia y Panamá.Estos cuatro países, que trabajan activamente en la búsqueda de una fórmula de pacificación para América Central, consideran que el arreglo ha de hacerse atendiendo la realidad de la guerrilla salvadoreña, obteniendo del Gobierno alguna medida de buena voluntad como la salida del ministro de Defensa, Jose Guillermo García, y terminando con la incomunicación de más de veinte años entre Washington y La Habana. Esta última cuestión es precisamente la encomendada a los buenos oficios del Gobierno español en un mensaje que se ha hecho llegar al presidente Felipe González.

La gira europea de Fidel Castro está ya plenamente confirmada en París y Estocolmo. Según ha podido comprobar EL PAIS, el líder cubano ha reiterado ante las autoridades españolas en fecha reciente su vivo deseo de visitar Madrid. Sobre el peligro de desmesura que amenaza esa visita, un diplomático latinoamericano recordaba hace días el comentario de Omar Torrijos, el general panameño, cuando el comandante Fidel se demoraba indefinidamente en Chile como huésped de Allende: "Lo está tumbando". Algunos lectores minuciosos de la conferencia de Prensa conjunta de los ministros de Asuntos Exteriores de España y Francia, Fernando Morán y Claude Cheysson, tras la cumbre de Celle Saint Cloud, el pasado 11 de enero, encuentran en sus declaraciones una velada referencia a la operación eurocubana que muy bien pudo haberse tratado allí. Medios centroamericanos de la máxima solvencia han elogiado la actitud contenida y de renuncia a todo protagonismo adoptada por Felipe González, a quien nadie discute su condición de líder europeo con mayor conocimiento de los problemas de aquella zona.

El corresponsal de EL PAIS en Estocolmo, Ricardo Moreno, confirma desde la capital sueca la visita a ese país de Fidel Castro en el transcurso de este año. Tres meses después del retorno de la socialdemocracia al poder los medios de información suecos publicaron la noticia de que el líder cubano ocupa un lugar prioritario entre las invitaciones cursadas por el actual Gobierno, junto con otras personalidades como el presidente español, Felipe González. Fue en la reunión del 23 de enero en París de siete jefes de Gobierno socialistas donde habría quedado definida la invitación. Cuando el premier sueco, Olof Palme, supo que el Gobierno español iba a invitar a Castro consideró que era la oportunidad para extender también la invitación de Estocolmo dentro de la misma gira. Precisamente ayer inició un viaje a México, Costa Rica, Nicaragua y Cuba el secretario sueco de Asuntos Exteriores, Pierre Schori, en una misión que se relaciona con la búsqueda de una solución negociada en América Central cercana a las posiciones previas de México y Francia. Se da por descontado que durante la estancia en La Habana quedará concretada la invitación a Fidel Castro.

En cuanto a las posibilidades francesas en esa área, fuentes cubanas puntualizan que la liberación del poeta Armando Valladares, atribuida por los medios de información a gestiones de Regis Debray, fue obra de la influencia del escritor colombiano y premio Nobel Gabriel García Márquez.

Liberación de Seregni

El asesor de Mitterand en el Elíseo y antiguo combatiente de la guerrilla boliviana tiene un amplio veto en varios países, derivado de aquellas actividades, que objetivamente dificulta los propósitos de París. Muchas esperanzas se han concentrado en la intervención de Felipe González en pro de Líber Seregni, líder del Frente Amplio uruguayo, que lleva siete años en prisión en Montevideo. Se sabe que un prestigioso diplomático ha hecho llegar hasta el presidente del Gobierno español una carta personal del general Líber Seregni, a quien corresponde, como destacaba en un artículo de EL PAIS Juan Goytisolo, "el triste privilegio de ser uno de los prisioneros de conciencia más célebres y antiguos del mundo".El ministro español de Exteriores, Fernando Morán, ha puesto en marcha algunas iniciativas para escuchar a relevantes personalidades de la escena latinoamericana, del calibre de Raúl Prebisch, Enrique Iglesias o Felipe Herrera, a quienes ha invitado a reunirse en Toledo los días 21 y 22 de marzo. En fechas posteriores Luis Yáñez, el presidente del Instituto de Cooperación Iberoamericana, tiene prevista otra convocatoria para un encuentro más amplío. Medios diplomáticos especulan sobre una participación activa de la Moncloa en el área latinoamericana y subrayan el dato de la ausencia de Morán en el almuerzo ofrecido por el presidente del Gobierno al ministro mexicano de Hacienda, Jesús Silva Herzog, aderezado, según referencia de uno de los comensales, con una larga conversación que no reservó más allá de contadísimos minutos a las materías económicas y de la deuda.

Jornadas en Portugal

Fuera del ámbito estrictamente oficial, la Universidad Internacional Menéndez Pelayo y el Banco Exterior de España, en colaboración con la Fundación Gubelkiam y la de Relaciones Internacionales de Lisboa, han organizado los días 11 y 12 de febrero en la capital lusa unas jornadas sobre la función de la cultura en el proceso democratizador de los países de Africa y América que se expresan en portugués y castellano. Entre los invitados latinoamericanos figuran el premio Nobel argentino Adolfo Pérez Esquivel, y los escritores Jorge Adum, Miguel Rojas Mix y Juan José Bustos. La representación española la encabezan Luis Yáñez y los profesores Raúl Morodo, Rafael Martínez Cortifia, Elías Díaz, Miguel Martínez Cuadrado y Angel Viñas. Por parte portuguesa, algunos nombres destacados son los de Mario Soares, Raúl Rego, Almeida Santos, Antonio Reís y Francisco de Sousa Tavaxes. Figuran también los brasileños Darcy Ribeiro y Ruth Escobar, y los africanos Corsino Fortes, de Cabo Verde, y Aquino de Bragança, de Mozambique.