Un siglo del nacimiento de Alberto Jiménez Fraud, director de la Residencia de Estudiantes

Hoy se cumple el primer centenario del nacimiento de! Alberto Jiménez Fraud, que fue director de la Residencia de Estudiantes, cuna de una importante generación de intelectuales españoles, y miembro destacado de la Institución Libre de Enseñanza. Su figura contribuyó de manera eminente a aglutinar a aquel grupo de personas que en la época de la República mantuvo en el más alto nivel la creación artística y de pensamiento de la vida cultura¡ española. En esta página se recogen recuerdos de quienes conocen bien el contenido de su vida.

El primer contacto que Jiménez Fraud, nacido en Málaga el 4 de febrero de 1883, tuvo con la Institución Libre de Enseñanza fue en 1905, cuando, licenciado en Derecho por la Universidad de Granada, vino a Madrid a realizar los estudios de doctorado en la Universidad Central con una carta de presentación a don Francisco Giner de parte de don Domingo de Orueta.El joven Alberto asiste a la cátedra de Giner en la Universidad Central y da clases de Historia de Grecia a alumnos de la Institución; entre ellos estaba Natalia Cossío, hija de Manuel B. Cossío, que años después sería su mujer.

Junto a sus amigos de juventud -José Moreno Villa, Manuel García Morente, Pedro Vances, Bernardo Giner de los Ríos- y la participación de sus nuevos amigos de Madrid -Enrique Díez Canedo, José Ortega y Gasset, José Castillejo y Duarte, entre otros- fundan una revista de corta duración, Gibralfaro, donde se da a conocer literariamente el grupo de malagueños que pocos años después se establecería en Madrid, colaborando en multitud de empresas culturales y nacionales. Estando en Málaga, recibe una carta de Giner proponiéndole la dirección de un tímido ensayo de Residencia de Estudiantes, promovido por la recién creada Junta para Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas -1907-, dependiente del también joven Ministerio de Instrucción Publica -1901.

En octubre de 1910, y con diecisiete estudiantes, se inicia la Residencia de Estudiantes en el número 14 de Fortuny. El éxito fue fulminante y poco a poco se van alquilando los hotelitos vecinos y ampliando el número de plazas. En 1911, la Residencia ve refrendada su existencia con la visita del rey Alfonso XIII. En 1914 se crea una sección muy reducida de alumnos de segunda enseñanza, que será el germen del futuro Instituto Escuela, fundado en 1918. Ante la demanda de plazas, el ministerio cede unos terrenos en los Altos del Hipódromo, también conocido por el Cerro de los Vientos, para la construcción de los nuevos edificios de la Residencia de Estudiantes.

La Colina de los Chopos, como la bautizó Juan Ramón Jiménez, fue ampliándose con la edificación en los terrenos colindantes de la Fundación Rockefeller, del Instituto de Física y Química, de la Fundación Del Amo, del parvulario del Instituto Escuela y de los campos de deportes.

Jiménez Fraud, presidente de la Residencia de Estudiantes, de los colegios universitarios de la Junta de la Ciudad Universitaria de Madrid, Fundación Del Amo y de los nonatos de Alcalá y Córdoba, vocal de la Junta de la Ciudad Universitaria de Madrid y de la Junta de Relaciones Exteriores del Ministerio de Estado, presidente del Colegio de España en París y del nonato Colegio de España en Londres, sale de Madrid en septiembre de 1936. En París, el hispanista J. B. Trend y el economista Key nes, grandes amigos de la Residencia y de su presidente, le reclaman a Cambridge, donde Jiménez Fraud desempeñará la cátedra Norman Mac Coll en su Universidad, dando un curso sobre la historia de la universidad española En 1937 es nombrado miembro del King's College y Hon. M. A. de la Universidad de Cambridge, donde permanece hasta 1938 dan do cursos sobre Historia y Literatura española. De 1938 a 1953 se trasladó a la Universidad de Oxford, dando cursos sobre Lengua y Literatura española. En 1954 vuelve a desempeñar la cátedra Norman Mac Coll de Cambridge con su curso sobre Juan Valera y la generación de 1868.

A principios de 1964, Jiménez Fraud vuelve a Madrid con proyectos: volver a publicar la revista Residencia, trabajar en publicación en España de su libro sobre la universidad española y preparar di versos estudios sobre personalidades españolas del siglo XIX; el primero de ellos, dedicado al padre de la Institución Libre de Enseñanza, Julián Sanz del Río. Pero compromisos contraídos como traductor de la ONU le llevan a Ginebra, donde muere el 23 de abril de 1964. Se halla enterrado en el cementerio civil de Madrid.