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Llegan a Níger 55.000 expulsados de Nigeria

Unos 55.000 nigerinos expulsados de Nigeria han sido registrados en los puestos fronterizos de Níger con Nigeria y Benín, al expirar el ultimátum lanzado por las autoridades nigerianas para que los extranjeros en situación irregular abandonen el país, según han informado en Niamey fuentes próximas a la presidencia de la República.

Además de los propios nigerinos, varios millares de nativos de Volta y Mali han atravesado estos días Niamey con destino a sus respectivos países. Los nigerinos expulsados de Nigeria han sido transportados en todo tipo de vehículos desde la frontera hasta las regiones de que son oriundos.Es muy difícil determinar con exactitud el número de nigerinos afectados por las medidas adoptadas por el Gobierno de Lagos. Las cifras varían, según las fuentes, entre 150.000 y 200.000. La mayoría de los nigerinos emigrantes son obreros estacionales que viajan a Nigeria para buscar trabajo una vez concluida la temporada agrícola en su país, en octubre y noviembre, y vuelven a Níger en junio o julio para preparar la siembra.

Níger (seis millones de habitantes), que mantiene relaciones de buena vecindad con Nigeria, su poderoso vecino del sur (noventa millones), se ha abstenidos de expresar públicamente una opinión sobre la medida adoptada hace quince días por Lagos. Los medios de información mantienen una gran reserva sobre este suceso, que afecta de un modo extraordinario a un ritmo secular de migraciones y de intercambio entre poblaciones vecinas y a veces de la misma etnia (hausa, kanuri, peuls).

No obstante, se aprecia una cierta inquietud entre las autoridades nigerinas, que se preguntan por las consecuencias que puede tener el retorno al país de estas decenas de millares de parados. Estos emigrantes van a incidir sobre las cantidades de cereales almacenados (mijo y sorgo, la alimentación básica) por sus familias y pueblos, y, además, dejarán de aportar desde su emigración estacional los recursos monetarios, que en condiciones normales suponen un aporte económico imprescindible para su supervivencia. Las dificultades cotidianas de una parte importante de la población nigerina se van a ver, pues, agravadas, sin que se descarte la aparición de enfrentamientos entre las diferentes etnias.

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