_
_
_
_
_
Reportaje:

El 'golpe de Marbella' comenzó a prepararse durante el otoño de 1981

El robo al Banco de Andalucía, de Marbella, ejecutado el pasado día de Navidad, comenzó a prepararse en el otoño de 1981, cuando una mujer romana de 36 años, Silvana Zito, detenida el viernes en la capital italiana, contrató una de las 186 cajas de seguridad M Banco de Andalucía y compró un apartamento en la urbanización marbellí de Río Verde, donde se celebraron numerosas reuniones entre los implicados en el robo.

Más información
La policía italiana califica el robo, como "de segunda categoría"

Ayer fue detenido otro de los presuntos ladrones, Fabio Massimo Zito, hermano mellizo de Silvana, mientras que un tercer hermano, Pasquale, fue liberado ayer horas después de que la policía no pudiera probarle acusación alguna. Por lo recuperado hasta ahora, se cree que el botín sería notablemente inferior a los 2.000 millones de pesetas estimados en un principio.Otro de los detenidos, Stefano Sbordoni, también fue puesto en libertad ayer tras varias horas de interrogatorio, en el curso del cual pudo demostrar que no había estado en Marbella y que su complicación podría deberse a que le había sido robado el carné de conducir, circunstancia que había denunciado, según una copia de la denuncia formulada en su día. Este permiso de conducir fue utilizado, al parecer, por los ladrones para alquilar coches en España. Sbordoni estuvo ayer tarde, tras su liberación, en la redacción del periódico Il Messaggero, en Roma, cuyo rotativo había reproducido el viernes una información del semanario español Tiempo en la que se le implicaba en el robo como sospechoso, en compañía de los dos hermanos Fabio Massimo y Pasquale Zito y de Giorgio de William Pinca.

Este extremo era desconocido ayer por el comisario general de la Brigada Central de Policía Judicial, Francisco Saavedra, que celebró una conferencia de Prensa. Saavedra dijo que a través de Sbordoni, -que había participado en 1978 en una refriega en el bar Vanni de Roma donde resultaron heridos un profesor y un alumno izquierdistas-, los ladrones son de ideología ultraderechista, aunque parece sei- que en los meses que permanecieron en España no mantuvieron contactos políticos, haciéndose pasar por simples turistas mientras prepararon el robo.Aunque el cornisario Saavedra no concede a Silvana Zito la categoría de cerebro de la operación, esta cremini romana y su hermano mellizo, Fabio Masimo, detenido horas después, fueron quienes facilitaron la infórinnación necesaria para el golpe. Hijos de un afamado pintor, que expone estos días en Roma, retratista de Papa Pablo VI, los hermanos Zito pasan por ser buenos cremini romanos: los hijos de la burguesía romana reaccionaria, o burguesía negra, que pasan las horas en la cremerías (o heladerías) (Piazza Navona y otras),foulard al cuello, Vespa 50 y pelo engominado.

Pasa a la página 13

Los autores se repartieron el botín en un chalé de Marbella y huyeron por carretera separadamente

Viene de la página primera

Bon vivants los detenidos hemanos Zito, la policía italiana no tiene constancia de que los hermanos hayan ejercido trabajo alguno conocido o remunerado en el curso de sus 36 años. Pero tampoco tienen antecedentes penales, aunque en círculos próximos a los comisarios romanos Aquile dello Ruso y De Sena, que llevan la investigación bajo la órdenes del juez Gori, se estimaba ayer que podrían haber tenido alguna relación con algunos robos en Roma, como el de la Banca Nazionale del Lavoro, extremo que no se pudo confirmar. Para el joven comisario Saavedra, recién ascendido con el Gobierno socialista a la origada más importante de la policía española, solo cabría hablar de robos agravadas (atracos a personas en la jerga romana).

Silvana Zito, morena, ojos negros, mujer atractiva que no representa sus 36 años, recaló en el Banco de Andalucía de Marbella un día del otoño de 1981 y no tuvo apenas inconvenientes para acceder al alquiler de una de las cajas que había quedado libre, por el fallecimiento de su anterior titular. Como declararon altos empleados del banco, Silvana acudió desde entonces en repetidas ocasiones a la cámara acorazada donde se guardaban la 186 cajas individuales forzadas por los ladrones situada en el sótano del banco, para manipular libremente en el interior de la suya. Varias veces se hizo acompañar por Fabio Massimo.Después del golpe del día de Navidad, cuando los investigadores hicieron acopio de las pistas disponibles, el cajero principal del banco reconoció, a instancias de los investigadores, las fotografías de Fabio Massimo Zito, de Giorgio William de Pinca y de, según pudo saber EL PAÍS, de otro italiano y un francés cuyos nombres no han sido facilitados. De fuentes policiales romanas se supo que la joven española Modesta Cecilia Soto, al parecer amiga de Fabio, podría haber sido detenida en Marbella el pasado viernes, extremo que no fue confirmado ni desmentido por Saavedra ni por otras fuentes policiales.

Los ladrones de varias pistas

A principios de la semana pasada, tres de los quince inspectores de policía españoles que participaron directamente en la invetigación -apoyados por varias decenas más de casi todas las brigadas regionales y provinciales de la Policía Judicial y la Policía Nacional- viajaban discretamente a Roma para entregar una amplia documentación a la Interpol italiana. Se trataba simplemente de rematar la operación después de lo más dificil: identificar a los presuntos ladrones y, sobre todo, situarlos en Roma.

Retomando el hilo de los acontecimientos, los policías que practicaron la inspección ocular en el banco robado el día 27 de diciembre, fecha en la que se descubrió el robo, dos días y medio después del cierre obligado por las festividades navideñas, y los que se unieron a la investigación, llegaron a una conclusión común a todos ellos: el planteamiento y la ejecución del robo habían sido muy buenos, pero los autores habían dejado muchas pistas, entre ellas las palanquetas, picos, picoletas y las bombonas del soplete utilizados en el robo. No eran unos expertos, como se aireó en las primeras crónicas de urgencia; no habían demostrado profesionalidad.Las prisas con que se realizó la operación policial al tener constancia de lo que se publicaba en el último número de la revista Tiempo, e incluso la urgencia con que se convocó la conferencia de Prensa de Saavedra, ayer en Interior, hicieron dar como segura a la policía española la detención de Sbordoni, y también asegurar que todos los detenidos estaban relacionados con la extrema derecha italiana. Pero durante su estancia en Marbella, que comenzó en agosto de 1982 y terminó el 26 de diciembre, cuando salieron a toda prisa en coche con el botín, por la frontera de La Junquera, no ejercieron en nada como tales activistas ultras. LLevaron una vida de veraneantes, con mucho orden y sin ostentación económica. Salieron y entraron varias veces de España como residentes estacionales normales, según comentó Saavedra, quien aportó el dato de que en determinadas épocas convivieron en el apartamento de Silvana sin despertar sospechas.

Un 'robo del siglo' exagerado

Cuando los ladrones salieron del banco en la mañana del domingo 26, no supusieron que al abandonar parte de las herramientas, entre ellas las palanquetas con las que forzaron las cajas de seguridad, iban a facilitar la resolución de uno de los robos del siglo en el plazo inferior a un mes, en una brillante operación policial. Robo del siglo para el cual un conocido productor cinematográfico ha ofrecido ya un dinero tentador a través, de una revista a "alguno de los ladrones, empleados, o personas relacionadas con el robo", con el fin de hacer una película.

Sin embargo, fuentes policiales dejaron entrever claramente que se había magnificado el robo, y que si bien había resultado espectacular, el botín podría ascender a poco más de 1.000 millones de pesetas, frente a los 2.000 millones barajados por los medios informativos. Hasta el día de ayer unos 85 de los 186 afectados habían presentado denuncia ante la policía.

El amplio dossier acusador quelos tres policías españoles llevaban a la Interpol italiana contra los hermanos Zito, y contra Pinca, Sbordoni y al menos otras tres personas que participaron en el robo -"tres o cuatro entraron en el banco y otros dos les apoyaron desde fuera", comentó Saavedra-, relataba todo el procedimiento investigador en el cual, además de la constancia policial, figuraba el factor suerte.No menos de quince personas recorrieron uno a uno todos los establecimientos donde podían haber sido comprados los utensilios utilizados en el robo, hasta que un vendedor facilitó el dato clave tras reconocer la palanqueta y asegurar haberla vendido días antes de Nochebuena: recordaba perfectamente la cara del italiano que compró la herramienta. Ayer se supo que era incorrecto, como se especulé al principio, que el italiano hubiera dejado una propina de doscientas pesetas, o que incluso entre las cosas abandonadas por los ladrones hubiera una factura a nombre de Pasquale Zito.

El resto fue una cuestión de despliegue policial y de silencio informativo, mientras se continuaba magnificando la habilidad de los ladrones y se hacían cábalas, por ejemplo, de su preparación para anular la alarma del banco: en realidad, se destruyó de un fuerte mazazo. Uno de los detenidos es técnico en electrónica y, como apuntó el comisario Saavedra, tal vez por eso optó por la fuerza bruta.

De esta forma, como el dispositivo global estaba conectado solamente a una alarma exterior -en Marbella ningún banco está conectado con la pequeña comisaría local-, mientras se destrozaba el sistema, solo sonaría durante tres o cuatro segundos. "En realidad", afirmó el comisario, "el sistema de alarma dejaba mucho que desear. Incluso se hubiese inutilizado con el mismo soplete", en contra de la exaltación del mismo que hicieron los propietarios del banco en su día.

Las investigaciones se centraron en los propietarios italianos de las cajas de seguridad del banco. "Las pesquisas fueron dificiles hasta que se estableció la nacionalidad de los autores; al principio sospechamos que pudiesen ser latinoamericanos", dijo Saavedra. Las fotos de Silvana Zito, facilitadas por Interpol, con el retrato-robot hecho con la colaboración del ferretero, se mostraron a cientos de personas en Marbella, hasta que se obtuvo la buena pista, y sobre todo los retratos-robot de los otros posibles participantes.Los inspectores policiales llevaron a Roma los detalles complementarios: el soplete utilizado funcionó con una mezcla de oxígeno y butano, de una potencia extraordinaria, por lo que emplearon menos horas de las dichas en un principio -se hablé inicialmente de unas treinta horas, cuando se cree que pudieron hacer todo el trabajo en un máximo de diez-; los ladrones tuvieron tranquilidad y tiempo para trasladarse a un chalé de Marbella que tenían alquilado -no se da como buena la hipótesis de que aparecieron en el mismo algunas joyas desechadas, ya que la policía no tiene aún ubicada la casa- donde se repartieron el botín a partes iguales y se juramentaron para desparecer cada uno con su cuenta con la parte de los robado. La policía estima que la fuga se hizo por carretera y, probablemente, por la frontera catalana.

Sin relación con el robo de Niza

El comisario Saavedra se mostró notablemente cauto al atribuir a alguno de los detenidos o identificados la organización y dirección del robo, de lo que se puede colegir que sea uno de los no detenidos. En cualquier caso, Fabio Massimo Zito hubo de tener un protagonismo notable. Sí corroboró el jefe de la Policía Judicial que no había relación alguna con un robo similar a un banco de Niza en julio de 1976, ni,siquiera a través de la persona de Alberto Spaggiari, como, también se especuló. También negó una posible relación con bandas que operaron en asaltos en Valencia y Aguilas (Murcia) recientemente, algunas de las cuales fueron desarticuladas.Una de tales bandas utilizaba un procedimiento sumamente especializado, la lanza térmica, instrumento mucho más poderoso que los sopletes, incluso en el caso de utilizar combustible a base de oxígeno y butano.Ayer se informó que habían sido recuperados en Roma veinte kilos de joyas y piedras preciosas, ade más de unos veinte millones en pe setas, siete de ellos en divisas, lo que se cree que es la mitad del bo tín. Esto avala la hipótesis de que faltan por detener otras tres personas, aunque el comisario no quiso asegurarlo, ya que parece cierto que el botín se repartió en partes iguales. El monto de lo aprehendi do se puede establecer en unos quinientos millones de pesetas en total. Los detenidos no habían in tentado aún colocar en el mercado ninguna joya o dinero.Aunque el juez competente en el caso es el de Marbella, al ser italianos y haber sido detenidos en su país, es imposible solicitar la extradicción de los sospechosos, por lo que les serán aplicadas las leyes italianas, tras las diligencias realizadas por las autoridades españolas.Al comisario Saavedra se le estiraron los músculos de la cara al final de la conferencia de Prensa al contestar que "la filtración por parte de policías de esta información a la revista Tiempo es una falta grave de profesionalidad, ya que desde hace varios días controlábamos perfectamente a los ahora detenidos y esperábamos el momento adecuado para actuar y detener a la banda completa"."Han estropeado una gran operación y se les aplicará las medidas disciplinarias legales en el momento en que se determine quienes filtraron la noticia", añadió Saavedra, quien aseguró desconocer si la exclusiva periodística había comprado con dinero.No pasé por alto la disposición mostrada por la policía italiana, que "en un alarde de colaboración" detenía a los Zito, Pinca y Sbordoni, casi al mismo tiempo que las rotativas de Il Messaggero escupían los últimos ejemplares del periódico con las fotograrias de aquellos en primera página.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_