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Las negociaciones salariales

( ... ) A la puerta de la negociación colectiva para 1983, parece como si Gobierno, empresarios y trabajadores estuvieran versallescamente cediéndose el paso y repitiendo, desde hace varias semanas, eso tan elegante de: "Usted primero". Por eso, a la hora de analizar las actuales actitudes empresariales no cabe la simplificación de sus motivaciones y hay que enmarcarlas dentro del complejo panorama socio-político-laboral que atraviesa el país. Cuando la situación se deteriora por factores incontrolables, la inversión se ralentiza por elementales razones de prudencia, al ser imprevisibles el alcance y duración de la crisis. Los hechos están ahí y, por mucho que se quiera tergiversarlos, deben hacernos meditar. La concreción del marco en el que se ha de desarrollar la actividad productiva en el futuro; la delimitación clara de las fronteras de actuación política; la aceptación unánime del modelo económico; la actitud responsable de todas las fuerzas que colaboran en el desarrollo industrial y también los factores que contribuyen a crear un clima de confianza son, sin duda, condicionantes de la inversión y, por tanto, de las actitudes empresariales frente al futuro. Y son, sobre todo, las verdaderas causas de las dificultades para llegar a un acuerdo en la renovación de convenios que todos parece que ocultamos bajo la pantalla de la reducción de jornada, el mantenimiento del poder adquisitivo o la elevación salarial, con revisión semestral según la inflación esperada. Pero alguien tendrá que ser el primero en pasar. 11 de enero

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