'Debats' revisa las repercusiones de la Inquisición en Valencia

La Inquisición fue mucho más que un simple tribunal dedicado en exclusiva a reprimir y castigar las herejías y desviaciones cometidas por los falsos cristianos. Era un sistema para inhabilitar de cargo y oficio a los hijos y nietos de herejes reconciliados y de este modo quedarse con sus bienes, que sufragaban los gastos del tribunal y las batallas y diplomacia de Fernando el Católico. Esta reflexión viene recogida por la introducción de la historiadora valenciana Angelina García al informe que publica la revista Debats en su número último sobre las consecuencias de la Inquisición en Valencia, realizado a propósito de la recuperación actual de este hecho histórico."La Inquisición fue un hecho terrible para la sociedad española", escribe en la introducción, "en la que se enquistó, convirtiéndose en demonio familiar cotidiano. Y consiguió que, generación tras generación, creciera y se desarrollara entre la intolerancia, el miedo y la denuncia". Angelína García mantiene que la actuación de la Inquisición de Fernando el Católico en Valencia significó la total desaparición de una burguesía poderosa, económica y culturalmente, representada por los conversos. La burguesía renacentista, de la que formaba parte la familia de Luis Vives, cuya biografila ha escrito esta historiadora, cayó en el engranaje del tribunal de la Inquisición.

El informe de Debais, editado por la Institución Alfonso el Magnánimo, de la Diputación de Valencia, conmemora el quinientos aniversario de la instauración de la Inquisición en España, con cuatro amplias colaboraciones. Los temas desarrollados son La Inquisición, al servicio del Estado, por Bartolomé Bennassar; La Inquisición y los moriscos, por Mar¡ Carmen Barceló; Los Vives, unafamilia judía, de Angelina García; El castigo de la sodomía en el Tribunal de Valencia, y El inquisidor y los malos cristianos, de Agenes Azogui-Bajer.

La investigación de García sobre el destacado filósofo humanista Luis Vives, valenciano, asegura que marchó a París para estudiar, no por decisión de adquirir bagaje cultural en Francia, sino para alejarse de la persecución inquisitorial de su familia. Este intelectual se convierte en un símbolo de la represión cultural que marcó el tribunal, que promovió exilios. Por su parte, Bennassar asegura que la Inquisición pudo ser un agente privilegiado del activismo católico, pero que, en realidad, actuó como un eficaz instrumento político al servicio de los reyes de España y de sus finanzas.

Debats dedica especial atención al seguimiento que se realiza de la historia valenciana en el extranjero y pretende renovar los métodos de investigación utilizados hasta ahora en la Universidad de Valencia sobre este tema muy tratado pero poco analizado.