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Juan Benet escribe una novela sobre la guerra civil ocurrida en su universo literario de Región

Candidato a la Academia, acaba de publicar un relato y dos libros de ensayo

En la penumbra es el último relato de Juan Benet, una novela corta que acaba de aparecer en la colección que dirige Pablo Beltrán de Heredia. Ahora trabaja en una novela sobre la guerra civil en su universo literario de Región. En la penumbra es un fragmento autónomo de algo que, según su autor, probablemente no se termine nunca, y que ha coincidido con la aparición de dos libros más, en Ariel: Sobre la incertidumbre, colección de artículos, y la reedición de La inspiración y el estilo. Además, Juan Benet, que asegura ser "un escritor ocasional" es uno e los candidatos a próxima elección de la Academia.

Juan Benet puede ser la persona más encantadora y también la más impertinente del mundo. Sus amigos usan la palabra brutalizar cuando se refieren a lo que él puede hacer a alguien cuando le cae mal, pero se ve que, detrás de la fascinación que sufren, hay más que literatura. Tiene algo de chico tímido y mordaz, que no se casa con nadie, ni siquiera con su vanidad. De terriblemente despectivo y de buena persona. Parece exigente, pero también generoso. Benet está escribiendo una novela sobre la guerra civil en Región.A lo mejor es la gran novela de la guerra civil, esa que, según se pide, está por escribir. "Yo creo que esa es una exigencia de críticos y profesores. Yo no creo que el público esté esperando la gran novela de nada, del franquismo, de la transición, del sindicato vertical... Me niego a creer que haya temas preestablecidos, y en cambio creo que la historia y la literatura van por caminos distintos, así que la guerra civil se puede quedar sin esa gran novela, como se quedaron, yo qué se, la Comuna de París o la revolución rusa". Pero él la está escribiendo, aunque esa sea otra historia.

Juan Benet habla de lo que más le gusta: lo que está haciendo ahora o lo que ha dejado de hacer por fin. Lo hecho lo despacha con dos frases. Así, de Sobre la incertidumbre dice que "son los artículos publicados en EL PAIS en los últimos años", y asegura que "no es muy distinta mi actitud cuando escribo novela que cuando hago artículos, quizá porque no tengo obligación de escribir ni una cosa ni otra. Yo soy un escritor ocasional". De La inspiración y el estilo, no dice apenas, nada, porqlie es una reedición. Y del otro tema, la Academia, para la que ha sido pre sentado por Cairlos Bousoño, Luis Rosales y Antonio Tovar, mantie ne la discreción obligada y no di simula que el terna le hace gracia. "Incluso como ingeniero", dice. "Porque aunque voy como narrador, también hace falta gente que tenga noción precisa de las pala bras técnicas". Ya su actitud es elegante, casi deportiva: "Si no salgo", dice, "no me voy a llevar un berrinche. Más veces habrá".

El oscuro clima de Región

Si habla de En la penumbra, que pasa en Región y que ha aparecido en edición no venal. "Me da la impresión", dice Benet, "de que a lo mejor En la penumbra frustra mi primer proyecto. Porque ha quedado bien". "El proyecto", sigue, "era una novela extensa y probablemente tripartita, y aquí está la línea argumental de una de sus partes, de la primera. Hace tres años me la llevé a Nueva York, y cuando en Austin me encontré con Pablo Beltrán de Heredia, me pidió algo para sus Clásicos de todos los años. Este verano concretamos en un fragmento de esa novela"."Aparte", dice, "aquella novela la dejé de lado por otra. Y como este fragmento se sustenta bien por sí mismo, y si a eso añadimos que me da muchísima pereza recobrar el proyecto original...".

"El encargo de Pablo", dice Juan Benet, es "un monólogo de una señora, el diálogo entre tía y sobrina, en el clima de Región". Y cuando se le pide que hable de ese particular clima, del que ha sabido nombrar a un lugar mítico, tan mítico como Yoknapatawpha o como Macondo y ya tan definitivo, dice escueto y algo arisco: "El mismo clima, la misma penumbra, la misma pesadez, el mismo dar la vuelta a todo ...". "Quería", vuelve a su historia, "quería ser una novela de grandes pasiones, bastante nocturna, un proyecto que no se si sigue vigente y que, en cualquier caso, si un día lo reanudo, será no antes de dos o tres años. Porque", y ahora llegamos a lo que quería contar desde el principio, "en Nueva York me pasó un percance literario: se me ocurrió una idea".

"Yo tenía una vieja idea, una idea de esas para amueblar mi vejez. Bueno, pues fue tomando cuerpo y se fue transformando. En Nueva York, algunos viajes, lecturas, encuentros, hicieron que fuera derivando hacia una novela extensa, compleja y larga. Cuando volví a Madrid, un día, haciendo pis, se me ocurrió la primera frase. Me fui a la máquina, puse el folio, escribí la frase y ya seguí".

Estaba pensada para escribir en Zarzalejo, en su casa del campo. "Una historia exclusivamente militar de la guerra civil española. La guerra ha producido miles de libros incluidas novelas, pero falta la historia estrictamente militar. Las que hay son equívocas y desde el lado franquista. Así que he ido reuniendo una bibliografía apreciable para lo que yo creía que tenía que ser una operación de años: lo dicho, amueblar la vejez. Y por fin, ha derivado a otra cosa: hacer la historia de la guerra civil, con un talante monográfico, no novelístico, en Región". Le divierte a Benet la idea de "tener que hacer mapas", inventarse los datos y dar consistencias a su mítico país. "Pensaba aportar fotos". Pero eso se unía a otro proyecto: hacer una arqueología de la guerra. Porque quedan casas medio tumbadas por las bombas, queda Belchite, hay restos en el Ebro y "lo que explotó en los incendios de Gandesa eran obuses enterrados". Se levanta y trae un cráneo relimpio, con el frontal agujereado. "El tiro en la frente", dice. Y una lata herrumbrosa y retorcida: "Es una bomba Laffite".

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