Atención a los damnificados de Valencia

Con profundo desagrado, hemos leído en EL PAIS del pasado día 27 (hoja catorce), un artículo titulado "Los pueblos inundados en Valencia celebraron la Nochebuena sin signos externos y con escasos medios", en un párrafo del cual textualmente se dice: "El menú consistía en un trozo de carne, asado por los reclutas, y mucho vino".El tono ligero e irreflexivo de esta frase contrasta con el esfuerzo que ha significado para el servicio de Intendencia la administración de recursos que le han sido puestos a su disposición, la confección y la distribución de comida a mil personas por término medio, durante los meses de noviembre y diciembre.

Cualquier lector puede sacar la impresión distorsionada de que en noche tan señalada los damnificados no estuvieron debidamente atendidos, cuando la realidad es que la comida está confeccionada por soldados, no reclutas, cocineros con gran experiencia en el manejo de cocinas de campaña, y que el menú de esa noche consistió en: puré de patatas, chuletas de cordero (dos por persona), flan, piña y melocotón, café y botellín de vino (un cuarto por persona).

A título orientativo, le remito el menú de los diez últimos días, anteriores a la Nochebuena, para que compruebe que ninguno de ellos se limitó a "un trozo de carne asado por los reclutas y mucho vino". /

Capitán general accidental de la Tercera Región Militar.