Una comisión de intelectuales trata de salvar la Biblioteca Municipal de Vitoria
La institución está amenazada de cierre por falta de apoyo económico
Sesenta intelectuales vascos han formado una comisión que tratará de defender la Biblioteca Municipal de Vitoria de la amenaza de cierre por falta de apoyo económico. La historia de la crisis de esta biblioteca es larga y es un ejemplo de los problemas para mantener el patrimonio cultural de Euskadi. Los citados intelectuales, entre los que se hallan Koldo Mitxelena y José M. Barandiarán, han elaborado un plan de salvación de la biblioteca.
Más de sesenta intelectuales vascos se han constituido en comisión de defensa de la Biblioteca Municipal de Vitoria -cuyo depósito supera los 15.000 títulos dedicados exclusivamente a temas de Euskadi-, que por razones económicas podría desaparecer. Los representantes de la mencionada comisión ya han celebrado su primer contacto oficial con la Caja Municipal, entidad propietaria de la biblioteca, a fin de dar a conocer públicamente su plan de salvación.La biblioteca, perteneciente a la Institución Sancho el Sabio, creada en 1964 y exclusivamente dedicada a recopilar todas las publicaciones relacionadas con temas vascos, cuenta con la importante dotación de más de 15.000 títulos. Desde sus orígenes la Caja Municipal de Ahorros de Vitoria, entidad propietaria de la biblioteca, ha sido la única fuente presupuestaria del mencionado centro.
El drástico recorte de la asignación económica destinada a la adquisición de libros y publicaciones que ha sufrido la biblioteca este último año, ha alertado a más de sesenta intelectuales vascos, que se han constituido en comisión para iniciar una campaña de promoción de la mencionada biblioteca. El peligro de que el centro quede irremisiblemente estancado debido a la ausencia de un fondo monetario es particularmente "grave", según los miembros de la comisión.
Señalan que este hecho "supone un problema muy agudo para Vitoria no sólo como capital de Alava y de la comunidad autónoma vasca, sino también por la existencia de una facultad de Filología y Geografía e Historia al servicio de la comunidad vasca" que no cuenta con una biblioteca especializada en temas del País Vasco".
Los miembros de la comisión pro Institución Sancho el Sabio, entre los que se encuentran Koldo Mitxelena, Odón Apraiz, José Miguel Barandiarán y Endrike Knorr, abogan por que la biblioteca se convierta en uno de los centros de ayuda bibliográfica más importantes para la investigación sobre cualquier campo de estudios vasco. En su opinión, no puede esperarse que otras instituciones como la Universidad del País Vasco, el Gobierno o el Parlamento formen, en un plazo inmediato, bibliotecas adecuadas.
El problema planteado con esta biblioteca vasca es un ejemplo de lo que ocurre con otros centros de fondo bibliográfico del resto del Estado español y que plantea la necesidad de poner en marcha una política de descentralización de las bibliotecas públicas.
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