"Las transferencias a las autonomías han eclipsado la descentralización municipal"

"El proceso de transferencias de la Administración Central a las autonómicas en los distintos años ha eclipsado la descentralización municipal, a pesar de que los ayuntamientos españoles han recordado machaconamente, y con escasa fortuna, que ambos procesos deben ser complementarlos", ha declarado a EL PAIS el presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), Pedro Aparicio. Para superar la debilidad actual, el presidente de la FEMP confía en la actuación política de¡ nuevo Gobierno y considera imprescindible la adopción de medidas económico-financieras de urgencia.

La confianza de Pedro Aparicio se fundamenta en el convencimiento de que el municipio ha de constituir la base del Estado de las autonomías que diseña la Constitución. "En nuestra opinión, no habrá cambio estructural posible, no habrá Estado fuerte, no habrá reilusión ni participación física y activa de los españoles en la construcción del Estado constitucional sin un fortalecimiento político de esa unidad primaria de convivencia del ser humano que es el municipio".Pedro Aparicio considera imprescindible un programa de reconstrucción municipal en el que la Administración local nunca esté subordinada ni al Gobierno de la comunidad autónoma ni al Gobierno de la nación, sino solamente al conjunto de leyes de una y otra. "En la expansión del sector público español", argumenta Pedro Aparicio, "se ha arrinconado por completo el capítulo local, que inicia una implacable caída hasta alcanzar en 1979, primer año de las corporaciones democráticas, niveles tercermundistas, en los que aún permanecemos. Durante los últimos 35 años de abandono y pérdida de recursos tiene lugar, precisamente, un aumento considerable de las necesidades de los municipios". Por el contrario, según Aparicio, en Europa el crecimiento ha sido más ordenado y se ha acompañado, además, de una descentralización del gasto público, especialmente la inversión.

"En Europa se ve con preocupación que en nuestro país no aumente el peso de las corporaciones locales en la inversión pública", opina Aparicio. "En Italia, el gasto de inversión representa prácticamente el 60% de la inversión pública, mientras en España, en 1980 la inversión local constituyó el 18% del total, financiada en su mayor parte mediante endeudamiento que han de pagar los propios municipios.

Mientras las ciudades italiafias gastan 24.000 pesetas por habitante y año, 58.500 los belgas y 116.000 tos holandeses, en España no hemos alcanzado aún las 10.000 pesetas".

El presidente del FEMP opina que esta situación dramática, "remediada en los tres últimos años muy parcialmente con decretos y medidas urgentes", ha de erradicarse definitivamente con la ley de Financiación de las Entidades Locales, anunciada por el presidente del Gobierno, Felipe González. "No obstante: unas ciudades desequipadas y unas corporaciones sin recursos no pueden resistir dignamente los meses necesarios para preparar, debatir y aprobar esa ley, por lo que hay que tomar medidas indemorables".

Aumento de participación

Conforme al programa esbozado por la federación, la primera de estas medidas se refiere a la ley de Presupuestos Generales para 1983. "Ha de aprobarse un aumento de participación del fondo municipal de un 7% a un 8%, con una modificación de los coeficientes de distribución, en beneficio de las ciudades de más de 100.000 habitantes, que son las que sufren una situación más precaria. Esto significa, bajo la hipótesis de un 15% de incremento vegetativo de los Presupuestos, un total de aumento de 47.000 millones de pesetas". Según Pedro Aparicio, tampoco puede demorarse el establecimiento de nuevos valores de la contribución territorial, urbana, rústica y licencia fiscal, con mayores poderes a los municipios para inspección de estos tributos, "cuya gestión por organismos del Estado sigue siendo tutelar, anacrónica y poco eficaz". También es prioritaria la financiación del déficit del transporte urbano de superficie, medidas puntuales sobre algunos impuestos y la coordinación y planificación de las emisiones de deuda interior y exterior de los grandes ayuntamientos y una dotación crediticia oficial que cubra la inversión de los pequeños, con una cantidad mínima de 40.000 millones."El reforzamiento político de la autonomía municipal es, por otra parte, primordial. Creo obvio que tal potenciación política ha de establecerse con claridad en la prometida ley de Bases de Régimen Local, que personalmente he considerado siempre que debe preceder y regular las leyes similares que se promulguen en cada comunidad autónoma", dice Pedro Aparicio.

"Si tenemos en cuenta que los estatutos de autonomía no han establecido las competencias exclusivas del municipio dentro de la comunidad autónoma, ciframos toda nuestra esperanza en este sentido en la ley de Bases de Régimen Local. También esperamos la ley de Financiación, transferencias de competencias y recursos que configuren un ámbito de gestión propio, reforina del Instituto de la Administración Local... Por ahora, la federación, en un año y medio de vida, ha conseguido, por primera vez en España, que los municipios tengan una voz única frente a la Administración del Estado. La reconstrucción municipal ha de comenzar con toda urgencia y ha de culminar, en el plazo máximo de ocho años, en una situación de absoluta autonomía política y económica de los ayuntamientos".