Explicar las cosas
Mientras los medios de comunicación anunciaban casi unánimemente una serie de "subidas en cadena" para los próximos días, el ministro de Economía y Hacienda, Miguel Boyer, trataba de quitarle hierro al asunto ante la Comisión Económica del Congreso, diciendo que la de los productos petrolíferos "había sido moderada" y que en su repercusión en el índice de precios al consumo, ese IPC que tanto menudea últimamente en las páginas de la Prensa y en las declaraciones de los políticos, apenas sería de un 0,9%.Lo cierto y verdad es que el alza de los precios está repercutiendo ya en las economías más modestas con el fuerte aumento del gas butano, por ejemplo, y esas mismas economías van a sentir nuevos quebrantos con el alza de las tarifas eléctricas, de la "cuenta de la luz", que ya está suficientemente alta, y eso es motivo de inquietud.
En su intervención ante la citada Comisión de Economía, el señor Boyer dio explicaciones de todo lo actuado hasta la fecha, explicaciones que fueron aceptadas por la oposición. Ciertamente, los nuevos precios de los carburantes debieron haberse puesto en vigor antes, mucho antes de lo que han sido, y las subidas del transporte, tanto de mercancías como de personas, se desgajan, inevitablemente, de las medidas adoptadas. Por lo que hace al alza de las tarifas eléctricas, vienen considerándose como "un rito que se cumple inexorablemente a principios de enero", sólo que este año, para variar, parece ser que el incremento no será tan fuerte como en años anteriores: del mal, el menos.
Decíamos que las explicaciones del señor Boyer fueron aceptadas por la oposición, pero no sin objeciones.
Dos principales hay que destacar: la primera, que las del ministro de Economía y Hacienda, así como las de su colega de Comercio y Energía, señor Solchaga, se produjeran a instancias de la oposición y no motu proprio. Cuando se adoptan medidas tan espectaculares (sean trascendentales o no) es menester dar a la opinión pública una explicación inmediata, sin esperar a que nadie la pida.
Por supuesto, los responsables se habían despachado a su gusto en conferencias de Prensa y en numerosas declaraciones personales; pero no se trata de eso, sino de otra clase de informaciones, como la que se producía ante las comisiones en el Congreso, porque esas declaraciones, que podrían calificarse de institucionales, son las que verdaderamente cuentan y las que podrían tranquilizar a la opinión ante y contra toda clase de rumores. ( ... )
, 22 de diciembre.
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