Jaruzelski viaja a Moscú para buscar la ayuda económica de la URSS
Con motivo de la celebración del 60º aniversario de la fundación de la Unión Soviética, el nuevo secretario general del partido comunista soviético, Yuri Andropov, se entrevistará con el jefe del Consejo Militar de Salvación Nacional polaco, (WRON), general Wojciech Jaruzelski, que necesitaba acabar con las reticencias despertadas en los partidos hermanos y pedir el apoyo de la URSS a la economía polaca, informa José Comas, que viajó recientemente a Polonia.Entre los dirigentes de los partidos hermanos se considera a Jaruzelski "más general que secretario". Esta desconfianza hacia el régimen militar implantado en Polonia se expresa en la ausencia total de visitas de los líderes de los partidos hermanos a Polonia desde el 13 de diciembre de 1981.
El secretario general del partido de la República Democrática Alemana, Erich Honecker, en un encuentro reciente, concedió gran atención al duro polaco Tadeusz Grabski, que fue relegado a la delegación comercial de Polonia en Berlín Este. Este gesto de Honecker es expresivo del recelo con que los países vecinos contemplan la evolución de Polonia.
Jaruzelski tiene en Moscú la oportunidad de exponer a Andropov sus planes sobre el futuro de Polonia y tendrá que pedir ayuda a la URSS para poder afrontar en 1983 los pagos pendientes de la deuda exterior polaca.
Angustia económica
El tema económico es el más angustioso en Polonia. Los cálculos más optimistas hablan de un descenso del 15% del nivel de vida para el año que viene, pero otros estiman que la caída puede llegar hasta un 24%.
El tema de las relaciones con la Iglesia también ocupará un lugar importante, incluida la visita del Papa a Polonia, prevista en principio para el 18 de junio del año próximo.
En la delegación polaca a Moscú figura el viceprimer ministro Zenon Komender, católico del grupo PAX que colaboró con el régimen. El intento de Jaruzelski de dar más participación a los católicos y aproximarse a la Iglesia polaca necesita el beneplácito de Moscú.
Otro punto problemático de la entrevista puede ser la campaña contra el sector de cemento, los duros, dentro del Partido Obrero Unificado Polaco (POUP, comunista), que cuentan con un importante aliado en Moscú, el embajador polaco Stanislaw Kociolek, primer secretario de Gdansk durante los sucesos de diciembre de 1970 y de Varsovia cuando la declaración de ley marcial.
Dentro del POUP se ha iniciado una disputa con el grupo de cemento, sin que se sepa la postura que podría tomar la Unión Soviética, que en tiempos de Breznev apoyó claramente las posiciones de los duros. Este punto tendrá que aclararlo Jaruzelski con el nuevo líder del Kremlin. Una cuestión importante entre Polonia y la URSS es la participación polaca en los gastos militares del Pacto de Varsovia. La economía de Polonia necesita una pausa, que difícilmente le será concedida porque la carrera de armamentos exige un esfuerzo considerable de todo el bloque.
