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Tribuna:SPLEEN DE MADRID
Tribuna
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Lázaro Carreter

A Fernando Lázaro Carreter, según leo en un periódico, le han dado un homenaje en Félix / Valentín. Félix no me ha invitado, aunque me quiere y le quiero, pero si uno no va a cocidos de folklóricas, hubiese querido estar junto a maestro Lázaro el otro día.Y no por nada, sino por aquello de las causas perdidas. Decía Malaparte, maestro Lázaro, que "ganar es fácil, pero perder no está al alcance de cualquiera". Entre un hombre prestigioso y el prestigio hecho hombre, la Academia ha optado enmogollonadamente (24 contra tres tristes votos) por el hombre prestigioso. Uno, que juega siempre a perder, jamás le ha roneado a Fernando Lázaro, llegando incluso, con él, a la mala educación. (La mala educación, en tipos como uno, puede convertirse en una forma de homenaje.) Ahora que su Casa ya no es su Casa, ni su calle es ya su calle, sino que es una calle cualquiera, camino de cualquier parte, sumo el voto de la calle a los tres tristes votos de la sabiduría no representacional ni ceremonaica por comer lo que nos eche Félix (otro día será) al lado de maestro Lázaro, el hombre que, de viva voz (aunque la suya sea apagada) más ha enseñado del invento. Están clavadas tres cruces, maestro, en el monte del olvido. Que vayan tomando nota las mocedades socialistas y gobernantes de cuál es el país que tenemos. Está muy bien eso de ir a visitar a Vicente en su calle (que siguen llamando Velintonia, quízá por belleza floral), está muy bien, querido Solana, pero aclárate de que la juventud, un suponer, está con Aranguren, nuestro valleinclanesco Unamuno de hoy.

En la Academia, que no en el Banco de España, habéis perdido la primera batalla, infrarrojos, tío. No con la peseta inflacionada, sino con la palabra ritualizada. Y la ciencia qué. Cuando España comienza a regeneracionarse mediante una leva de treinta/ cuarenta aílos, el castellano (que sólo con el dictador, el otro, Primo de Rivera, pasó a ser español) comienza a inflacionarse. Franco era honoris causa por la Complutense, o así, qué cosas. "En la pedagogía del idioma, tiene mucha más importancia el periodismo que el sistema docente". Así dijo maestro Lázaro (máxima autoridad en Quevedo, hombre / bisagra entre la vieja lingüística y el estructuralismo, tres tristes votos en la Academia) en los manteles de homenaje. Aprendamos, colegas, queridos compas del liderar, el explosionar, el a nivel de, el sofisticado (por refinado / depurado / perfeccionado) y el complotar. Somos los pedagogos del idioma, aquí con los marcianos Atex del periódico y el marcianito tierno de Spielberg, bellamente glosado por Pedro Crespo. Al psocialismo le preocupa el idioma, que han dicho de acabar con el "vuelva usted mañana", o sea, que les duele Larra. Y han dicho de cambiar ventanilla por mostrador, o sea, que les duelen los españoles. Donde no duele el español / castellano es en la Academia, a lo que veo, no porque Laín Entralgo no esté bien buscado, sino porque "el abultado tanteo", como dirían Cela y los cronistas de fútbol -aquí de Candau / Paradinas-, pueba la indiferencia de veinticuatro cuerpos gloriosos / reumáticos por la más pura, limpia y autoexigente línea de investigación y renovación. En la Academia, psoes, vosotros que vais de eficaces, habéis perdido las elecciones. España y yo somos así, tía. Efe / Ansón falseaba recientemente una nota sobre conferencia de Lázaro, diciendo que había atacado fuerte chelis y germanías.

Luego, se lee el texto informativo y no hay ataque, claro. Francisco Rico va a publicar un libro mío anotado y estudiado tipo clásicos Cátedra. Pawlosky me invita a su nuevo espectáculo, que tiene toda la eficacia del castellano platense. Allí te espero, Lázaro, maestro.

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