¿No será desigual vuestra igualdad?

Me gustaría -para general conocimiento de los lectores de EL PAIS- que la señora Aina Moll respondiera a las siguientes preguntas, en relación a su artículo Hacia la igualdad, publicado en ese periódico el 21 de noviembre:1. ¿No fue usted quien hace menos de dos años comentó algo parecido a que era una razón de peso potenciar la lengua y cultura catalanas en los castellanoparlantes residentes en Cataluña, por encontrarse éstos desprovistos de todo tipo de cultura?

2. ¿Tiene en su poder algún sondeo de opinión para afirmar que "muchos de los castellanohablantes sienten enormes deseos de aprender el catalán"?

3. ¿Por qué el departamento de Educación de la Generalitat, de la que usted forma parte, ha establecido unos baremos claramente anticonstitucionales para la contratación de nuevos maestros, siendo éstos en su inmensa mayoría catalanoparlantes y, a la vez, obligando a cientos de maestros -que no hablan catalán- a engrosar las listas de parados en Cataluña o dedicarse a otras actividades, teniendo, en principio, el título exigible de profesor y sin existir todavía una norma legal que obligue a conocer la lengua catalana?

4. ¿Por qué se empeña en decir que no es discriminación exigir a los maestros que aprendan catalán?

5. ¿No será que la gran oleada de maestros nuevos que comienzan a trabajar cada año en Cataluña -caso único en toda España- se deberá a la huida masiva de otros tantos que, por no sentirse discriminados, dejan su plaza libre para, a la vez, hacer prácticamente imposible el acceso al cuerpo de profesores a jóvenes de las zonas a donde emigran?

6. ¿Hasta cuándo la Generalitat va a dejar sin nombrar propietarios provisionales a los opositores por no tener superada la prueba de catalán?

7. ¿Mantendrá la Generalitat -cuando sea un hecho la igualdad de la que usted habla- el hasta ahora desigual porcentaje de ayudas a actos culturales en una y otra lengua, basándose, cuando llegue el momento, en el principio catalán-lengua propia?

Si no encuentra tiempo para contestar, no se preocupe; con una ligera reflexión me basta. /