España presenta sus reservas a las propuestas librecambistas

España expresó ayer sus reservas sobre las propuestas, básicamente norteamericanas, para incluir los capítulos agrícola y del sector servicios dentro de las negociaciones del sistema GATT ya que algunas de ellas tendrían efectos negativos sobre España si no se introducen de una manera selectiva y progresiva.En su turno de intervención en la sesión de apertura de la conferencia ministerial, Agustín Hidalgo de Quintana, secretario de Estado para el Comercio, reiteró la política tradicional de cooperación de España con el sistema GATT, pese a "las dificultades de toda índole que ello ha significado para una economía como la española, que no ha podido gozar de los beneficios de los países en vías de desarrollo".

La dependencia de la economía española de la internacional (el comercio exterior español representa el 27,6% del PIB) acentúa estos problemas en unos momentos en que existe un panorama sombrío sobre la situación económica mundial, según el representante español. Por eso las posiciones españolas, frente a los intentos librecambistas de los países firmantes del GATT, están matizados por una situación interna caracterizada por alta inflación (15 %), elevado paro (16% de la población activa), fuerte déficit de la balanza comercial (9.000 millones de dólares este año) y, según Hidalgo de Quintana, "un incremento de la deuda exterior y un extraordinario aumento del déficit público".

Con todo, el secretario de Estado español se mostró partidario de la ordenación, dentro del GATT, del comercio de productos agropecuarios, pero sólo si se tienen en cuenta las características y problemas específicos de este sector. Estados Unidos desea, en este capítulo, que se renegocie todo el sistema de subsidios a la exportación de productos agrícolas y que los mismos desaparezcan bajo un nuevo compromiso dentro del GATT.

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