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FESTIVAL EN VALENCIA

Diego Puerta, mejor que nunca

Diego Puerta se hizo presente nada más aparecer el novillo que abría la sesión de tarde del gran festival, echó las dos rodillas a tierra, dio una larga cambiada, ya de pie ganó terreno hacia los medios, y allí bordó unas verónicas de antología. Mejor que nunca, mucho mejor que cuando estaba en activo toreó ayer en Valencia Diego Puerta, y sobre todo en esas verónicas sevillanísimas, juntitos los pies, adormeciendo los aleteos del percal en unos lances largos, perfectamente ligados, sin enmendarse ni un milímetro. Unió en la misma tanda esas verónicas bellísimas con otras cargando la suerte, se ciñó en una chicuelina y remató con una tijerilla, tan inesperada y a su vez tan oportuna, que hizo saltar a los espectadores de sus asientos.Ovación de clamor para Puerta

Plaza de Valencia

21 de noviembre (mañana y tarde). Festival a beneficio de los damnificados por las riadas.Reses de Samuel Flores, Murube, Pablo Romero, Felipe Bartolomé, Garcibravo, Benítez Cubero y El Pizarral, en la sesión de la mañana. Por la tarde, de Soyalero y Bandrés, Garzón, Torrealta, Cameno, Atanasio Fernández, José Luis Osbornt, Torrestrella, Araúz de Robles y Bohórquez. Festejo de la mañana: Sebastián Rodríguez. Estocada tendida (silencio) Ckavalo. Pinchazo y estocada bajos y dos descabellos (vuelta). Manolo Sales. Bajonazo (oreja). El Melenas. Pinchazo, estocada pescuecera, nuevo pinchazo y dobla el toro (vuelta). Paco Vázquez. Pinchazo, estocada contraria y dos descabellos (palmas). Laciano Núñez. Pinchazo bajo y estocada caída (dos orejas). Valentín Pedrajas. Tres pinchazos y estocada (palmas). Festejo de la tarde: Diego Puerta. Pinchazo y estocada contraria (dos orejas). El Viti. Estocada corta y dos descabellos (ovación y saludos). Ricardo de Fabra. Pinchazo y estocada (oreja). Santiago López. Pinchazo, estocada caída y descabello (vuelta). Dámaso González. Estocada baja (dos orejas, petición de rabo y dos clamorosas vueltas al ruedo). Julián García. Tres pinchazos y dos descabellos barrenando (palmas y saludos). Luis Francisco Esplá. Estocada y descabello (vuelta en el tercio de banderillas; oreja). Andrés Blanco. Pinchazo y estocada corta, trasera y tendida (aplausos y saludos). Soro II. Pinchazo y estocada (aplausos y saludos).

Los tendidos eran un manicomio. Puerta tuvo que saludar montera en mano, para recibir una ovación que era de clamor. Luego se creció en un galleo por chicuelinas y, embalado, en una faena de muleta emocionante, porque se pasó los pitones por la faja, pero también medida, bonita e inspirada. Un puro aroma, perfume de torero caro, acaso único en su estilo, fue aquella faena inolvidable. Que tuvo sus defectos, es cierto, principalmente en el. abuso del pico dichoso, pero carecían de importancia pues el diestro había convertido en genialidid el ejercicio de la técnica y la elevaba a la categoría de arte. Exito grande, de los que hacen época, obtuvo ayer Diego Puerta, en su reaparición. El público valenciano le pedía a gritos que vuelva. Y a lo mejor vuelve.

Toda la ilusión del mundo habían puesto los aficionados en la reaparición de El Viti, que actuó a continuación, pero no hubo suerte. Se preparó para el acontecimiento un novillito de Garzón, el cual exhibió bravura en la lidia y acabó violento. El Viti lanceó a la verónica cargando la suerte, sin excesivo lucimiento, y se vio obligado a pelear con la mu.leta empleándose a fondo, pues al animalito se le habían subido los humos, sacó genio, y no se dejaba dominar. Ese látigo que es la muleta de El Viti cuando la echa abajo en las dobladas, no fue bastante para someter al animal, y el maestro, después de castigarle a fondo, optó por cuadrar y quitárselo de en medio.

El toro de Atanasio Femández resultó ser el manso más manso de los dieciséis que saltaron al ruedo valenciano. Huía de los engaños y del caballo, topaba en banderillas, parecía no tener lidia. Pero le correspondió nada menos que a Dámaso González, el cual debe ser brujo porque no hay manso, ni bravo, ni nada que se le resista, cuando se empeña en torear. Una falla que le pusieran delante, lo mismo le embestiría.

De manera que, a los pocos pases, el manso ya estaba fijo en la muleta, y un poco más adelante, encelado, persiguiéndola allá donde se la ofrecía el hombrecito Dámaso; es decir, donde menos se podría esperar. Y la faena se fue produciendo larga, ligada, homogénea, inverosimil, unas veces por alto, otras por bajo, otras por los sótanos del coso, de frente, de espaldas, pasemisí, pasemisá. Y el público, loco. Y el pupilo de Atanasio, suponemos, más loco aún, sojuzgado, abatido, suplicando a mugidos "máteme usted, seflor Dámaso, que no puedo más y me va a dar el lumbago". Hasta el rabo pidió el público para Dámaso González, cuando despenó al manso esclavo, y su triunfo también se puede catalogar de sonado.

Con el capote, con las banderillas y con la torería que rezuma en todos los tercios, también llamó a las puertas de la gloria Luis Francisco Esplá, que se encuentra en gran momento. Toreó por verónicas, navarras y faroles; prendió cuatro pares de enorme espectacularidad, por los que le obligaron a dar la vuelta al ruedo; en esa vuelta se encontró al toro en su camino, le dió un quiebro, y siguió andando como si nada; cuajó algunos redondos exquisitos dentro de una faena difícil pues su enemigo se le aplomó y apenas pasaba; mató bien; cortó oreja.

Por la mañana había brillado una faena primorosa y ligada de Luciano Núñez. El Melenas cuajó buenos naturales, mas poco eran para la clase del Santa Coloma ,que le correspondió. Manolo Sales tampoco supo aprovechar como se debía el buen Pablo Romero. A Sebastián Rodríguez le asustó el cuajo del Samuel. Pedrajas derrochó voluntad con el del Pizarral. Santiago López y Julián García, anduvieron animosos, y Soro II pareció tener futuro. Fue un éxito el festival y las seis horas que duró se nos hicieron cortas. En taquillas entró dinero y la afición abandonó el coso pegando pases.

Después de la importante actuación de Diego Puerta, el empresario Manolo Camara tuvo con él, en el callejón, este diálogo, del que fue testigo Pedro Toledano: "Diego, te firmo ahora mismo una exclusiva de treinta corridas". "¿A qué dinero?". "Al que quieras". "Me lo pensaré", respondió el torero, con una sonrisa.

Exito económico del festival

El festival a beneficio de los damnificados por las recientes riadas de la ribera del Júcar, de brillante resultado, ha sido también un éxito éconómico, aunque el taquillaje no llegó a venderse en su totalidad. El importe de las localidades vendidas rebasó los ochc millones de pesetas, y a esta cifra hay que añadir los donativos y el precio en venta de las carnes de los dieciseis toros, que alcanzarán una fuerte suma. Los sobreros del festejo serán lidiados en otro festival, que se celebrará en Ondara el próximo domingo.

En una barrera se encontraban representantes de la Diputación Provincial de Madrid, entidad que organiza también un festival a beneficio de los damnificados por las riadas, el cual tendrá lugar en los primeros meses de la temporada venidera, con participación de las principales figuras del toreo.

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