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Los archivos de la CNT facilitarán a los historiadores el estudio sobre la guerra civil española

El fondo de Amsterdarn está considerado material histórico imprescindible

El regreso a España, en 1984, de los archivos de la Confederación Nacional del Trabajo (CNT) depositados en 1939 en el Instituto Internacional de Historia Social de Amsterdam abre un sinfín de nuevas posibilidades para el estudio de la actuación de los anarquistas españoles durante la guerra civil. Los archivos han permanecido inaccesibles a los historiadores y a la propia CNT durante los últimos 43 años. EL PAIS ha tenido acceso a una parte significativa de, aproximadamente, el 15% del fondo documental, que ya obra en poder de la CNT.

Los materiales de archivo del movimiento libertario español, celosamente guardados en Amsterdam durante los últimos 43 años, pueden estructurarse en seis grandes bloques. Un primer gran bloque, con la documentación interna de la CNT, tanto del Comité Nacional, como de las distintas regionales, con miles de actas y correspondencia interior, así como toda la documentación relativa a relaciones con otras organizaciones y partidos.En un segundo apartado, quizá el más voluminoso, se recoge la documentación sobre la actividad de las organizaciones anarquistas durante la guerra civil española, tanto desde la óptica de las realizaciones económicas, culturales y sociales en la retaguardia, como de las operaciones en el frente. En este bloque se incluyen actas, estados de cuentas y correspondencia sobre las colectividades, así como documentación orgánica del período anterior a la contienda (actas de plenos de 1932, conflictos habidos en Sabadell ese mismo año e informes sobre la situación de los presos de CNT tras los sucesos de octubre de 1934).

Un tercer apartado lo constituye el material relativo a las relaciones internacionales de la CNT, especialmente correspondencia y acuerdos entre la central anarcosindicalista y organismos de otros países que canalizaron su apoyo a la República a través de los anarquistas. Dentro de este apartado destaca el archivo del Socorro Internacional Antifascista (SIA), organismo que tuvo una actuación decisiva en la organización de tareas de tipo asistencial, especialmente en el terreno de los refugiados.

El archivo interno de la Federación Ibérica de Juventudes Libertarias (FIJL), el de la organización de mujeres impulsada por la CNT, Mujeres Libres, y el relativo a las relaciones con el ministro de Instrucción Pública Segundo Blanco completan este fondo documental.

Nueva visión sobre la guerra

Mención aparte merece el archivo de la Federación Anarquista Ibérica (FAI), depositado igualmente en Amsterdam en 1939. Los actuales dirigentes de la FAI negocian directamente su devolución con el Instituto Internacional de Historia Social.Los archivos contienen abundante documentación sobre incautaciones de iglesias, tierras y casas de familias fascistas; análisis sobre la evolución de las operaciones en el frente; cuentas y recibos de los sindicatos; informes de los organismos locales de la CNT sobre sucesos acaecidos en la retaguardia; problemas con el Gobierno vasco a raíz de la incautación del periódico CNT, de Bilbao, y documentación sobre los sucesos de mayo de 1937 en Barcelona, por citar sólo algunos enunciados del amplio inventario.

Mención especial merecen los apartados del archivo relativos a Defensa. Entre estos destaca un plan secreto propuesto a la CNT por nacionalistas marroquíes para sublevar las cábilas de Marruecos y sur del Sahara español, en 1937, contra Franco.

Historiadores y especialistas en el tema de la guerra civil consultados por este diario señalaron la enorme importancia del fondo documental de Amsterdam para profundizar en el estudio de aquella época. El historiador Josep Termes definió los archivos de Amsterdam como "material de primera mano, apasionante y fundamental, superior a otros materiales dispersos, aún no puestos a disposición de los especialistas, como puedan ser los archivos de Prieto o Largo Caballero". En idénticos términos se expresó el historiador Josep Fontana, quien especificó que, si bien el material no modificaría las grandes líneas sobre la guerra civil, "permitiría aclarar, enriquecer y precisar apartados poco conocidos de la contienda". Ambos historiadores insistieron en la necesidad de que los archivos sean puestos a disposición de los especialistas.

En este sentido, la CNT ha manifestado la voluntad de integrar el fondo documental de Amsterdam en la Fundación Anselmo Lorenzo, cuya creación está en ciernes. Esta fundación contará con el fondo bibliográfico de la CNT en el exilio, la documentación orgánica recopilada a partir de la reconstrucción de la CNT en 1975, el fondo de películas propiedad de la CNT y colecciones, hoy dispersas, de publicaciones anarquistas.

El objetivo de la CNT es dar a esta fundación, inicialmente vinculada a la central anarquista, un carácter público y de elemento de divulgación de la historia y el pensamiento libertarios.

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