Las incertidumbres de Washington
El secretario de Estado norteamericano, George Shultz, expresó ayer su convencimiento de que nadie sabe realmente lo que ocurrirá en el Kremlin cuando Leónidas Breznev tenga que ser reemplazado.
La incertidumbre es tal, que en estos momentos los especialistas de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) no están en condiciones de precisar en qué medida los relevos en el Kremlin afectarán al futuro de las relaciones entre la Unión Soviética y Estados Unidos.
Los especialistas tienen que trabajar ahora con urgencia por que tanto en Washington como en Moscú cobra peso el rumor de que Leónidas Breznev -quien cumplirá 76 años el mes próximo- durará poco al frente de los destinos de la URSS. El mayor experto del Gobierno norteamericano en temas del Kremlin, Paul Cook, quien ha trabajado en los servicios de inteligencia durante más de 20 años, ha reconocido que "nuestros pronósticos" en los últimos años "no han sido muy buenos". Cook ha recordado que, tras la muerte de Stalin en 1953, Estados Unidos consideraba a Nikita Jruschov un "burócrata sin imagen" y apostaban por Nikolai Bulganin para ocupar la cúspide de la jerarquía soviética.
Los expertos norteamericanos esperan que el próximo fin de semana sea una ocasión importante para comprobar el estado actual en la lucha por la sucesión. Si se confirma la desaparición de Kirilenko de la plana mayor del partido comunista, los principales candidatos de los especialistas de Washington para suceder a Breznev son Yuri Andropov, de 68 años, antiguo dirigente del KGB; Konstantin Chernenko, de 70, y Víctor Grishin, de 67.
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