Crecen las especulaciones sobre la sucesión de Breznev
Comenzaron ayer en Moscú las celebraciones del 65º aniversario de la revolución soviética entre rumores sobre la sucesión de Breznev. Ya es definitivo: Andrei Kirilenko, 76 años, ha dejado de pertenecer al máximo órgano de poder de la URSS, el Politburó. El hombre que durante tantos años fuera considerado como el delfín de Leónidas Breznev estuvo ausente ayer en la ceremonia conmemorativa de la Revolución de Octubre. Y, lo que es más importante, su retrato no aparecía entre los de los demás miembros del Politburó, quienes, junto a Lenin, adornan con su foto oficial el inicio de la avenida Kutuzov, de Moscú.
Ayer, bajo una intensa nevada, un grupo de obreros finalizaba la instalación de los retratos. La ausencia, entre ellos, de Kirilenko, confirmaba su muerte política. En Leningrado -la segunda ciudad de la URSS- las cosas fueron aún más complicadas. Allí, la imagen de Kirilenko sí que fue expuesta en las calles con las del resto del Politburó. Pero el error -que realmente no fue tal, puesto que Kirilenko aún sigue perteneciendo oficialmente a ese organismo- fue subsanado con rapidez y la foto desapareció la pasada madrugada.Dentro de este ambiente de rumores, no es extraño que ayer -durante la ceremonia conmemorativa de la revolución- la tribuna de la Prensa extranjera estuviese más pendiente del paísaje que del discurso pronunciado por el responsable del partido en Moscú y miembro también del Politburó, Victor Grichin, de 68 años.
La mirada de los observadores extranjeros paseaba por la tribuna oficial en busca de cualquier nuevo indicio que confirmara alguno de los rumores que vienen circulando por la capital soviética.
Así, el paso por el estrado de un conserje que traía un mensaje para Constantin Chernenko generó un apagado murmullo de los corresponsales, que, acostumbrados a la rígida formalidad que el Kremlin da a este tipo de actos, se extrañaron aún más cuando Chernenko se levantó para hablar un momento con Yuri Andropov. La breve charla informal entre los dos hombres, que son considerados como lo más probables sucesores de Breznev, hizo las delicias de los fotógrafos.
Al fondo quedaba el discurso de Grichin, que duró más de una hora y no dijo nada nuevo. Apoyándose casi todo el tiempo en citas de Breznev, el responsable del partido en Moscú realizó una exposición convencional que podía haber sido suscrita por cualquier otro dirigente soviético: autocomplacencia por el buen funcionamiento del sistema, salpicada por algún pequeño grano de crítica.Si hubiera que buscar en el discurso de Grichin algún indicio que alumbrase las incógnitas existentes sobre el futuro político de la URSS, tendría que destacarse la larga relación de elogios que hizo del líder Leónidas Breznev. A juicio de algunos observadores, tanta alabanza contrasta con los rumores que afirman que el actual jefe del Estado de la URSS se retirará voluntariamente el próximo 30 de diciembre.
Curiosidad de los observadores
Confirmada ya la jubilación de Kirilenko, toda la curiosidad de los observadores está puesta en la próxima reunión plenaria del Comité Central del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS), que tendrá lugar el próximo día 15.Este pleno es ordinario, y se celebrará -como suele ser habitual- en vísperas del pleno del Soviet Supremo (Parlamento de la Unión Soviética).
En ese próximo pleno del Comité Central se tendrá que oficializar el cese de Kirilenko y, previsiblemente, dictar nuevos nombramientos de miembros del Politburó. La escasa prisa del Kremlin por cubrir el puesto dejado libre por el fallecido Mijail Suslov -muerto el pasado mes de enero- fue para algunos observadores indicio de que las altas instancias dirigentes de la Unión Soviética se encontraban a la búqueda de un "nuevo equilibrio" político.
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