Londres renueva su apoyo al ingreso de España y Portugal en la CEE
"Mi Gobierno considera el acceso de España y Portugal" a la Comunidad Europea "como un importante objetivo político", declaró ayer la reina Isabel II de Inglaterra en el tradicional discurso que marca la apertura de las sesiones del Parlamento y qué equivale a una declaración programática de las intenciones del Gobierno de Margaret Thatcher.
En este programa hay pocos cambios y se contemplan tan sólo dieciséis nuevos proyectos de ley, lo cual puede indicar que la primera ministra se dispone a convocar elecciones generales en la primavera o en el otoño de 1983.El ingreso de España y Portugal en la CEE "ayudará a consolidar la democracia en la Europa del Sur", explicaron fuentes oficiosas al ampliar el contenido del discurso de la reina. "No hay un calendario fijo, pero esperamos que puedan cumplirse los objetivos españoles y portugueses de un pronto ingreso, evitando retrasos innecesarios", añadieron.
El Gobierno británico, según estas mismas fuentes, reconoce que la ampliación comportará costes económicos que "será necesario limitar". "El Reino Unido se beneficiará especialmente del libre acceso al mercado español", señaló esta versión oficiosa. El Gobierno británico está presionando por un corto período de transición en el terreno industrial tras el ingreso de España en la CEE, pues "ha demostrado ser internacionalmente competitiva".
En este contexto, la versión oficiosa reconoció los infructuosos esfuerzos por reducir los elevados aranceles españoles a los productos británicos. "El Gobierno", leyó Isabel II, "apoyará los esfuerzos para resolver los problemas comerciales que han surgido entre la Comunidad y otros países", lo que significa España, Japón, Estados Unidos y países de reciente desarrollo industrial. El Gobierno de Margaret Thatcher se propone asimismo resolver el problema de la contribución británica al presupuesto comunitario para 1983 y los años siguientes.
Tras explicar al principio las próximas visitas oficiales de la soberana británica, como es la costumbre, su discurso se abrió con la afirmación categórica de que "mi Gobierno considera como su principal prioridad la seguridad de la nación y preservar la paz", refiriéndose a su contribución a la OTAN y a la protección de los territorios dependientes.
La explicación oficiosa citó entre éstos a Gibraltar, Hong Kong y las islas Malvinas. El Gobierno británico se preocupará de "alentar el desarrollo económico" de las islas Malvinas, velará por su defensa y más adelante "considerará su futuro desarrollo político y seguridad en consulta con los isleños". En Irlanda del Norte, el Gobierno seguirá adelante con su plan para una asamblea regional consultiva que se reunirá, se reveló ayer, por vez primera el próximo 11 de noviembre.
En el terreno económico, el discurso de la corona comportó pocas novedades. El Gobierno sigue considerando que el control de la inflación es el primer paso para reducir el desempleo, y Margaret Thatcher seguirá, por otra parte, con una política de restricción del gasto público.
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